El dólar encadenó su décima sesión consecutiva a la baja en medio de un escenario financiero marcado por expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos, un yen fortalecido y señales mixtas en el entorno global. La divisa estadounidense opera cerca de mínimos de cinco semanas mientras analistas ajustan previsiones ante un posible cambio profundo en la política monetaria. El movimiento refleja la lectura de los mercados: la Reserva Federal podría actuar antes de lo previsto, mientras la Casa Blanca redefine el rumbo del banco central. La combinación de datos económicos débiles, apuestas crecientes a estímulos y dudas sobre la sucesión en la Fed ha presionado al billete verde durante días, generando una volatilidad persistente en los cruces principales y presionando la narrativa del dólar fuerte que dominó meses atrás.
Presión por expectativas de recortes y sucesión en la Fed
La caída del dólar se sostiene por factores claros. Los datos más recientes sugieren un desempeño económico menos robusto en Estados Unidos, lo que abrió la puerta a un posible recorte de tasas la próxima semana. Operadores valoran en 85% un recorte de un cuarto de punto, una cifra que revela el ánimo del mercado y comunica un consenso implícito: el ciclo de recortes está a punto de comenzar, y quizá sea más profundo de lo que se anticipaba a principios de año.
A la presión monetaria se suma la incertidumbre política. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó que revelará a principios de 2026 a su candidato para encabezar la Reserva Federal tras el fin del mandato de Jerome Powell. Entre los nombres fuertes figura Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, quien es percibido como partidario de recortes amplios para impulsar el crecimiento. Su posible llegada refuerza la visión de un banco central más flexible y eso empuja al dólar a la baja.
El índice dólar, que mide el desempeño de la divisa frente a seis monedas, cayó otro 0.1% hasta los 98.786 puntos. Aunque marginal, el descenso mantiene el ritmo negativo que lo llevó a acumular casi 9% de pérdidas en lo que va del año. Es un golpe notable para una moneda que hasta hace poco era refugio privilegiado.
Monedas que aprovechan el respiro del dólar
El euro continúa ganando terreno y opera cerca de su nivel más alto desde octubre. La mejora en la actividad empresarial de la zona euro fortaleció la moneda, que acumula un avance de más de 12% en 2025. El yen también se beneficia, subiendo 0.4% ante expectativas de que el Banco de Japón suba tasas este mismo mes. Ese giro sería histórico para una economía acostumbrada a políticas ultraexpansivas.
La libra esterlina mantiene su impulso, cotizando cerca de su mejor nivel desde finales de octubre. La corona sueca, en cambio, retrocede luego de que la inflación se suavizó en noviembre, reduciendo expectativas de endurecimiento monetario en Suecia.
Ajustes globales y dudas para 2026
Los estrategas no coinciden en el futuro del dólar. Una minoría prevé un rebote en 2026 si las condiciones globales se deterioran y vuelve la búsqueda de refugio. Sin embargo, la mayoría considera que el dólar seguirá débil si la Reserva Federal ejecuta varios recortes consecutivos y si Washington insiste en una política comercial incierta que mantenga tensiones con socios clave.
El mercado mira con cautela el impacto potencial de los aranceles, la revisión del T-MEC y los cambios en la cúpula económica estadounidense. Aunque 2025 ha sido un año volátil, 2026 podría ser más impredecible si convergen recortes agresivos, negociaciones comerciales difíciles y movimientos abruptos en bancos centrales.
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