La Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que busca modificar de forma profunda el panorama comercial de México, al autorizar incrementos arancelarios a productos provenientes de países sin tratado de libre comercio, entre ellos China, India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia. La iniciativa, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, propone elevar hasta en 50% los impuestos a sectores estratégicos como el automotriz, textil, acero, plásticos y calzado, con el argumento de equilibrar la competencia ante mercancías asiáticas de bajo costo. La votación interna mostró divisiones: 10 a favor, uno en contra y ocho abstenciones. La discusión anticipa un debate más amplio en el pleno, donde ya se anticipan reclamos por impacto en precios, cadenas de producción y comercio exterior.
Aumento arancelario busca reordenar el mercado y frenar prácticas desleales
El presidente de la comisión, el panista Miguel Ángel Salim Alle, explicó que el ajuste pretende ofrecer condiciones más parejas a la industria nacional, al aplicar aranceles a mercancías que dominan mercados sensibles. Se trata de una reforma que modifica 1,463 fracciones arancelarias: 706 textiles, 249 de hierro y acero, 94 de automóviles y partes, y 81 de plásticos. Muchas provienen de China y otras economías asiáticas que, según el dictamen, han desplazado a productores mexicanos al colocar mercancía con precios más bajos. De todas esas fracciones, 316 no tenían arancel alguno, mientras otras incluyen tarifas vigentes de 10% o 35%.
El análisis técnico realizado entre la comisión y la Secretaría de Economía derivó en ajustes a la propuesta original: 391 fracciones permanecen con la misma tarifa, 115 fueron eliminadas y otras 115 añadidas. En 104 fracciones se redujo el arancel al 5% para alinearlo con prácticas de socios comerciales, mientras que 270 relacionadas con automóviles, aluminio y autopartes se mantuvieron sin cambios. En total, en dos terceras partes del paquete —974 fracciones— la reducción equivale al 28% respecto de lo planteado inicialmente.
El morenista Ricardo Monreal afirmó que se trata de un instrumento para “proteger empleos y fortalecer la producción nacional”, descartando que la medida busque recaudar más. Sostuvo que la intención es corregir distorsiones del mercado, incentivar contenido nacional en cadenas globales de valor y blindar sectores vulnerables.
Durante el debate, la diputada de MC Gloria Núñez advirtió que el impacto podría sentirse en insumos esenciales de las cadenas productivas, lo que terminaría por elevar costos al consumidor final. Desde la bancada de Morena, Jesús Valdés Peña argumentó que el dictamen respeta los compromisos internacionales y da certidumbre al mercado.
Industria nacional divide opiniones por efectos en costos y precios
La panista María Angélica Granados señaló que las fracciones sujetas a modificación representan 50 mil millones de dólares en importaciones, equivalentes al 8.6% del total nacional, y aseguró que el objetivo no es frenar el comercio exterior sino proteger sectores productivos estratégicos. En contraste, empresarios y analistas comienzan a advertir posibles efectos inflacionarios si los aranceles se trasladan a los precios finales.
El diputado Sebastián Ebrard comentó que dicho impacto será limitado, pues los ajustes recaen en fracciones con baja ponderación en el índice de precios al consumidor. Sin embargo, la iniciativa tiene alcance global: no solo afecta a China, sino también a países como Emiratos Árabes, Sudáfrica, Brasil y Nicaragua. La proyección oficial estima un impacto de 52 mil millones de dólares en importaciones, equivalente al 8.6% del total nacional.
El dictamen pasará ahora a discusión en el pleno de la Cámara de Diputados, donde se anticipa un debate intenso entre quienes ven en la reforma una defensa urgente de la industria mexicana y quienes advierten riesgos para consumidores y la competitividad.
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