El 8 de diciembre de 2023, un enfrentamiento violento entre pobladores de Texcapilla, en el municipio de Texcaltitlán, Estado de México, y miembros del grupo criminal La Familia Michoacana, dejó un saldo de 14 muertos. A un año de los hechos, las secuelas del enfrentamiento siguen presentes, mientras las autoridades lidian con investigaciones inconclusas y la comunidad busca respuestas.
La masacre y los desaparecidos
El conflicto estalló cuando un grupo de habitantes, armados con machetes, piedras y palos, intentó dialogar con integrantes de La Familia Michoacana que llegaron al lugar para exigir pagos por extorsión. La tensión escaló rápidamente, derivando en un enfrentamiento que dejó varios muertos y desaparecidos.
Según los reportes, aún no se ha logrado localizar a ocho personas que presuntamente fueron privadas de su libertad durante el incidente. Entre los desaparecidos se encuentran:
- Germán García (25 años)
- Joel Huicochea (34 años)
- Pablo Esquivel (42 años)
- Urbano Ramírez (49 años)
- Rodrigo Calixto (64 años)
- Trinidad Huicochea (67 años)
- Héctor Martínez
Aunque siete habitantes adicionales fueron reportados como desaparecidos, estos fueron localizados con vida el 17 de enero de 2024.
A pesar de las reuniones sostenidas por la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) con las familias de las víctimas, no se han presentado avances significativos en la investigación.
La Familia Michoacana: extorsión y control territorial
El enfrentamiento en Texcapilla puso en evidencia la práctica de extorsión de La Familia Michoacana, que exigía un pago de un peso por cada metro cuadrado a sembradores de avena y haba. Este cobro fue el detonante del conflicto, exacerbado por el hartazgo de la comunidad y el mal clima que afectó las cosechas.
Tras la masacre, la organización continuó acumulando denuncias de extorsión en el Estado de México y extendió su control a Guerrero, donde pobladores de la región de Tierra Caliente reportaron que incluso eran obligados a pagar por el uso de sus viviendas y sus actividades laborales.
En su Segundo Informe de Gestión (mayo de 2024), la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) reveló que La Familia Michoacana opera en al menos 75 de los 125 municipios de la entidad, consolidando su presencia en la región.
Los líderes de La Familia Michoacana: El Pez y El Fresa
Los hermanos Johnny Hurtado Olascoaga («El Pez») y José Alfredo Hurtado Olascoaga («El Fresa»), líderes de la organización, continúan prófugos. En marzo de 2024, surgieron reportes de la supuesta presencia de José Alfredo Hurtado en el cierre de la Expo Feria Regional Tejupilco, donde fue captado en la zona VIP disfrutando de un evento musical. Fotografías difundidas en redes sociales lo muestran sonriente, vestido con una camisa de rayas y cuadros.
A pesar de estas evidencias, las autoridades aún no han logrado su captura.
La dimensión criminal de La Familia Michoacana
Además de la extorsión, La Familia Michoacana está vinculada a una amplia gama de actividades criminales, que incluyen:
- Producción y tráfico de drogas: cocaína, fentanilo, metanfetamina y heroína.
- Siembra de marihuana y amapola, aunque no se confirma si estas sustancias son traficadas.
- Secuestro, tráfico de migrantes, cobro de piso y minería ilícita.
Estas actividades han llamado la atención del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que investiga a la organización como parte de su lucha contra el narcotráfico. La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) también ha señalado a La Familia Michoacana como un grupo con operaciones transnacionales.
Un año de impunidad y expansión criminal
La masacre de Texcapilla refleja la compleja problemática de inseguridad y control criminal en el Estado de México. Mientras las familias de las víctimas exigen justicia y el paradero de los desaparecidos sigue siendo incierto, La Familia Michoacana continúa consolidando su poder en la región, desafiando a las autoridades locales y federales.
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