Un ataque armado estremeció la tranquilidad de Tepalcingo, Morelos, después de que cinco personas fueron asesinadas y una más resultó herida la mañana del 7 de diciembre de 2025. El hecho ocurrió en la carretera Axochiapan-Tepalcingo, a la altura de la comunidad de Agua Fría, donde las autoridades hallaron un vehículo completamente incendiado con varios cuerpos en su interior, incluido el de un menor de edad. La escena reveló más de 100 casquillos de grueso calibre, lo que apunta a un ataque directo y sumamente violento que vuelve a exhibir el nivel de riesgo en la región. Hasta ahora, las autoridades estatales no han anunciado detenciones ni una línea clara de investigación.
Autoridades hallan vehículo calcinado y casquillos de grueso calibre
Los primeros reportes indican que una llamada al 911 alertó sobre múltiples detonaciones en la zona, lo que llevó a policías municipales, estatales y personal de emergencia a desplazarse hacia el punto exacto del ataque. Las fuerzas de seguridad encontraron una escena brutal: un automóvil envuelto en llamas y los restos calcinados de varias personas atrapadas en el interior. Entre ellas se confirmó la presencia de un menor de edad, lo que incrementó la indignación entre los habitantes de la región.
A unos metros del automóvil se localizó a una mujer con heridas de arma de fuego. Paramédicos la trasladaron de inmediato a un hospital cercano, mientras que los peritos iniciaron el levantamiento de evidencias. La cantidad de casquillos sugiere el uso de armas largas y una agresión directa. Aunque la Fiscalía de Morelos ya abrió una carpeta de investigación, no ha ofrecido detalles sobre los posibles responsables o el móvil.
La carretera Axochiapan-Tepalcingo ha sido escenario de episodios violentos en meses recientes. Habitantes de comunidades cercanas han denunciado presencia constante de grupos armados. Sin embargo, la respuesta institucional ha sido limitada y no ha logrado reducir la violencia.
Medios locales informaron que los cuerpos fueron enviados al Servicio Médico Forense, donde se realizarán los estudios necesarios para su identificación. En tanto, las autoridades estatales mantienen hermetismo y únicamente confirmaron que la investigación está en curso. La falta de una postura más clara ha generado molestia en la población, que exige avances y presencia permanente de seguridad.
Violencia creciente y nula respuesta inmediata
El ataque del 7 de diciembre se suma a una serie de hechos recientes en Morelos que muestran la disputa constante entre grupos criminales. En municipios como Tepalcingo, Axochiapan y Jonacatepec, los vecinos reportan enfrentamientos frecuentes, amenazas y extorsiones. A pesar de ello, los operativos de seguridad suelen ser temporales y no logran modificar el panorama.
Especialistas en seguridad han señalado que la región opera como corredor para distintas organizaciones delictivas que compiten por rutas de trasiego y control territorial. La carretera donde ocurrió el ataque es un punto estratégico, pues conecta poblaciones rurales con entradas hacia Puebla y Guerrero. Esta condición la convierte en un objetivo recurrente para grupos armados.
Mientras tanto, las autoridades estatales todavía no presentan un informe detallado sobre el ataque, ni se han anunciado refuerzos permanentes en la zona. La población exige acciones claras. Quieren presencia policial sostenida y coordinación federal, pues consideran que el estado enfrenta una crisis de seguridad que ya rebasó las capacidades locales.
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