El gobierno de Estados Unidos anunció el lanzamiento de una investigación para evaluar el impacto de las políticas chinas en la industria global de semiconductores, señalando que Pekín podría estar empleando «medios anticompetitivos y antimercado» con el objetivo de dominar este sector estratégico.
Preocupaciones por dependencia de China
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, expresó inquietudes respecto a la alta dependencia de productos provenientes de China. Según sus declaraciones, aproximadamente dos tercios de los productos estadounidenses contienen chips fabricados en ese país.
«Pekín busca dominar el mercado, y los métodos utilizados están generando dudas en las empresas que consideran invertir en Estados Unidos», afirmó Raimondo durante una conferencia de prensa telefónica.
Objetivos de la investigación
La investigación, que estará a cargo de la oficina del Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR), tiene como finalidad determinar si las políticas chinas han creado una «dependencia peligrosa» en la cadena de suministro global de semiconductores. Entre los puntos clave de la indagación se encuentran:
- Evaluar el impacto de las políticas chinas en la competitividad de las empresas estadounidenses.
- Analizar cómo estas políticas afectan las cadenas de suministro esenciales para Estados Unidos.
- Examinar el potencial impacto en la seguridad económica del país.
Katherine Tai, representante de la USTR, detalló que las políticas de Pekín podrían estar facilitando el rápido desarrollo de capacidades de producción en China y permitiendo que las empresas ofrezcan precios artificialmente bajos, una práctica que amenaza la competencia global.
Contexto: La Ley de Chips y la estrategia de Estados Unidos
La investigación se produce mientras el gobierno estadounidense busca impulsar la producción local de semiconductores mediante la Ley de Chips, que incluye un paquete de subvenciones de 52,000 millones de dólares para fomentar la creación de fábricas en el país.
Estados Unidos considera esencial relanzar la producción nacional de semiconductores «maduros», los cuales son fundamentales para equipos médicos, redes de comunicación y automóviles.
Repercusiones internacionales y represalias chinas
En los últimos años, Estados Unidos ha implementado restricciones al acceso de empresas chinas a tecnologías avanzadas de semiconductores y equipos de fabricación, con el objetivo de limitar la capacidad de China para modernizar su ejército y ampliar su influencia tecnológica.
China, por su parte, ha denunciado estas acciones, acusando a Estados Unidos de «politizar cuestiones comerciales y tecnológicas». Como represalia, Pekín prohibió recientemente la exportación de metales raros como el galio y el germanio, insumos clave para la fabricación de semiconductores.
Próximos pasos en la investigación
La investigación se abrirá al público el próximo 6 de enero y estará vigente por un periodo de 90 días, lo que implica que será continuada bajo la administración de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero.
Este movimiento podría intensificar las tensiones comerciales y tecnológicas entre las dos principales economías del mundo, marcando un nuevo capítulo en la disputa por el liderazgo global en semiconductores.
También te puede interesar: Donald Trump tensa relación con José Mulino al insistir en el control del Canal de Panamá




