La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su primera reunión trilateral con el presidente de EE. UU., Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Mark Carney, fue “excelente”. La mandataria sostuvo que los tres países acordaron mantener una coordinación estrecha en materias comerciales, pese a las recientes declaraciones de Trump sobre la posible expiración del T-MEC en 2026. La reunión se produjo después del sorteo del Mundial 2026, en Washington, donde los tres líderes compartieron escenario y momentos distendidos durante el evento deportivo.
Tensión comercial en el contexto del T-MEC
Sheinbaum fue recibida con banderas, pancartas y mariachi a su llegada al Instituto Cultural Mexicano de Washington. Ahí reiteró que la reunión transcurrió con buen ánimo y que se discutió el potencial económico de la Copa Mundial 2026, organizada conjuntamente por México, Estados Unidos y Canadá. La presidenta enfatizó que el torneo representa una oportunidad para fortalecer la cooperación regional en turismo, infraestructura y economía.
Trump había declarado esta misma semana que podría dejar que el T-MEC expire en 2026 para renegociarlo bajo nuevas condiciones, argumentando que México y Canadá “se han aprovechado” económicamente de su país. Sin embargo, el presidente estadounidense moderó su postura al llegar al sorteo, asegurando que mantiene una buena relación con Sheinbaum y Carney. Esta dualidad marca el tono incierto de las conversaciones comerciales entre los tres socios.
La reunión entre los líderes duró alrededor de 45 minutos, según la radiotelevisión pública canadiense. Aunque no se revelaron detalles específicos sobre los temas tratados, Sheinbaum afirmó que existe consenso para seguir trabajando a nivel técnico en las próximas semanas. La insistencia en una agenda económica común apunta a un intento de desactivar posibles tensiones generadas por los mensajes de Trump.
Cooperación trilateral pese a señales mixtas
Durante el sorteo del Mundial 2026, los mandatarios subieron juntos al escenario para seleccionar las balotas de sus respectivos países. Entre conversaciones relajadas y sonrisas, la imagen pública del encuentro contrastó con los retos reales que enfrenta la región en materia de comercio, seguridad y energía.
Sheinbaum publicó en X que la reunión fue positiva y que se abordaron temas vinculados al potencial del torneo y a la relación entre los tres países. Su mensaje parece orientado a enviar tranquilidad a los sectores económicos mexicanos, preocupados por el futuro del T-MEC y por la posibilidad de una renegociación impulsada unilateralmente por Washington.
A pesar de la incertidumbre, el tono general del encuentro dejó ver que las tres naciones buscan evitar una confrontación directa en un momento en el que la integración norteamericana es clave para la estabilidad económica regional. Los próximos meses mostrarán si las declaraciones conciliadoras se traducen en acuerdos concretos.
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