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    Guardia Nacional bajo escrutinio tras muerte de tres militares en Aguililla

    La tensión en Michoacán volvió a encenderse tras un tiroteo dentro de un cuartel en Aguililla que dejó tres militares muertos y uno más herido. Según autoridades federales, un agente de la Guardia Nacional abrió fuego de manera inesperada el sábado 6 de diciembre, en un evento que ocurre en plena crisis de violencia en la región. El efectivo permanece detenido mientras la Fiscalía General de la República investiga a fondo lo ocurrido. El hecho surge apenas horas después de que un coche bomba explotara en Coahuayana, ataque que dejó cinco muertos y siete heridos. Este doble golpe de violencia reaviva dudas sobre la estabilidad y los protocolos de seguridad, en una zona donde las fuerzas federales han reforzado su presencia tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.

    Tensión creciente en Aguililla

    Autoridades federales admitieron que aún no está claro qué detonó los disparos dentro del cuartel militar. Un funcionario, consultado bajo condición de anonimato, explicó que el guardia nacional habría accionado su arma sin una razón confirmada. Agregó que las investigaciones buscan determinar si hubo fallas de protocolo, conflictos internos o una reacción individual fuera de control.

    El incidente dejó tres militares sin vida y un herido, quienes, según reportes preliminares, se encontraban realizando actividades regulares dentro de las instalaciones. El guardia implicado fue sometido y permanece bajo custodia en Michoacán.

    El tiroteo sucede en un contexto crítico para el estado, donde la violencia ligada al crimen organizado no ha cedido. La zona de Tierra Caliente continúa bajo presión constante por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y grupos locales.

    Explosión en Coahuayana intensifica el clima de violencia

    Horas antes del tiroteo, un coche bomba explotó frente a una instalación policiaca en Coahuayana. El ataque dejó cinco muertos, entre ellos tres policías comunitarios, además del conductor de la camioneta que explotó. Otras siete personas resultaron heridas.

    El fiscal estatal Carlos Torres Piña detalló que la explosión generó pánico en la región y obligó al despliegue de más fuerzas federales. Este evento también se encuentra bajo investigación, especialmente después de que la clasificación del caso cambiara de «acto de terrorismo» a «delincuencia organizada», según reconoció la presidenta Claudia Sheinbaum.

    Violencia persistente pese al ‘Plan Michoacán’

    El gobierno federal mantiene en el estado más de 10,000 elementos, además del reciente envío de casi 2,000 integrantes del Ejército y la Guardia Nacional como parte del llamado ‘Plan Michoacán por la Paz y la Justicia’. Sin embargo, los ataques recientes evidencian que el control territorial continúa en disputa.

    La ofensiva federal se endureció tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre. El alcalde fue atacado a tiros en una plaza pública por un joven de 17 años que después fue abatido por un escolta. El homicidio provocó protestas en Uruapan, Morelia y Apatzingán, regiones donde la presión del crimen organizado lleva años afectando a la población.

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