La presencia de desechos espaciales en Playa Bagdad desató una nueva controversia ambiental en Tamaulipas. Conibio Global A.C. denunció ante Profepa la incursión no autorizada de la plataforma estadounidense «L/B JILL» y la extracción de restos presuntamente ligados a SpaceX. La organización aseguró que desde 2024 documenta fragmentos compatibles con componentes de propulsión de cohetes Starship. Este nuevo hallazgo, respaldado con imágenes tridimensionales del fondo marino, alerta sobre daños ecológicos directos y posibles riesgos si el Gobierno mexicano no establece un protocolo claro para enfrentar la llegada de basura espacial.
Indicios de basura espacial y movimientos no autorizados
Conibio Global afirmó que el material detectado incluye piezas metálicas y plásticas similares a sistemas contraincendios o de propulsión del booster de Starship. Según la denuncia, estos restos aparecieron tanto en Playa Bagdad como en zonas marinas bajo jurisdicción mexicana. Además, la organización reportó que en julio de 2025 la plataforma «L/B JILL» ingresó sin autorización a aguas nacionales para retirar estructuras metálicas de gran tamaño, entre ellas motores Raptor.
La asociación sostuvo que esta operación ocurrió sin permisos federales y que representa una intervención extranjera en territorio marítimo mexicano. Con base en su documentación, los fragmentos recuperados corresponderían al propulsor Starship 8, lo que refuerza la hipótesis de que la empresa de Elon Musk estaría involucrada en estos restos.
Daños ecológicos detectados en el fondo marino
Durante la «Expedición Booster 2025», realizada el 5 de noviembre, investigadores emplearon tecnología HAZ del CIDIPORT para obtener imágenes tridimensionales del lecho marino. El análisis reveló tres cavidades con profundidades de hasta dos metros y circunferencias aproximadas de quince metros. Conibio Global explicó que estas depresiones habrían sido causadas por la plataforma al incrustarse en el sustrato.
También identificaron una cuarta cavidad que podría relacionarse con el aterrizaje o explosión del booster, además de zanjas asociadas al arrastre de motores antes de ser subidos a la plataforma. En la zona aparecieron fragmentos metálicos de entre dos y diez metros, presuntamente compatibles con piezas del Starship 8. La ubicación del impacto principal fue registrada en las coordenadas 25°57’41″N, 97°11’39″O, a veinte kilómetros de Playa Bagdad.
Piden investigación federal y coordinación binacional
Conibio Global exigió a Profepa abrir una investigación formal para esclarecer las actividades de la plataforma estadounidense y evaluar el daño ecológico. También solicitó establecer un mecanismo de cooperación con Estados Unidos que permita determinar responsabilidades y evitar nuevos incidentes relacionados con basura espacial. La organización acompañó su denuncia con evidencia fotográfica, georreferenciada y de video.
El caso abre un debate urgente sobre protección ambiental, soberanía marítima y la creciente presencia de restos de lanzamientos espaciales en ecosistemas sensibles. La asociación advirtió que, sin una postura firme del Gobierno mexicano, existe riesgo de incidentes mayores que comprometan la vida marina del Golfo de México.
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