El presidente de la ABM, Julio Carranza, asegura que un sistema de justicia eficiente permite que el crédito crezca y se ofrezca a mejores tasas.
México necesita una modernización urgente de su sistema judicial para asegurar mayor certeza jurídica, atraer inversiones y fortalecer la economía, afirmó Julio Carranza, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). En su intervención durante la inauguración de la 88ª Convención Bancaria, destacó que cuando la justicia funciona, el acceso al crédito se amplía, se abaratan las tasas y se incrementa la inversión productiva.
La justicia como motor de crecimiento económico
Carranza destacó que el sector bancario enfrenta más de 56 mil casos abiertos en tribunales, lo que subraya la necesidad de un sistema judicial más ágil y eficiente. «Un sistema judicial que funcione es clave para dinamizar la economía», subrayó.
El líder bancario planteó la creación de juzgados financieros especializados, con el fin de agilizar los procesos y proporcionar mayor certeza jurídica, lo que contribuiría a un financiamiento más accesible tanto para empresas como para familias. Este enfoque, según Carranza, no solo mejoraría las condiciones del crédito, sino que también tendría un impacto positivo en la economía en general.
Plan México y la apuesta por la formalidad
En el marco del Plan México, cuyo objetivo es fortalecer la inversión nacional y atraer inversión extranjera, Carranza respaldó la estrategia del gobierno federal para hacer frente a los nuevos retos geopolíticos y comerciales. Un desafío importante, agregó, es la informalidad que afecta al 55 por ciento de la actividad económica del país.
Esta situación limita el acceso a información financiera, aumenta el riesgo y dificulta la expansión del crédito. De las más de tres millones de MiPymes, el 63 por ciento opera en la informalidad, lo que las excluye del sistema financiero y frena su crecimiento.
Compromiso con las MiPymes
Para enfrentar este problema, Carranza anunció que el gobierno federal y la ABM firmarán un convenio con el objetivo de que al menos el 30 por ciento de las MiPymes cuenten con crédito formal bancario para 2030. Además, destacó que la banca reducirá las tasas de interés en los productos de crédito más comunes para este sector, con el apoyo de la banca de desarrollo.
“Lo que buscamos es transformar el sistema, crear condiciones tecnológicas, regulatorias y financieras para que más empresas puedan integrarse a la formalidad, lo que las ayudará a ser más competitivas y a garantizar su viabilidad a largo plazo”, afirmó.
El uso del efectivo y la educación financiera
Finalmente, Carranza abordó otro reto importante: el uso generalizado del efectivo como medio de pago. Este comportamiento, según el líder de la ABM, se debe en parte a la falta de educación financiera y al temor de las empresas a ser fiscalizadas.
“Un país con mayor educación financiera es un país que crece con equidad, justicia y más oportunidades para todos”, concluyó Carranza, haciendo un llamado a redoblar los esfuerzos en colaboración con el gobierno federal.
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