La pobreza laboral, de enero a marzo de 2025, alcanzó 33.9 por ciento de la población, y, aunque se ubicó en un nuevo mínimo histórico, significó que cerca de 44.2 millones de mexicanos no pueden adquirir una canasta básica, según el “Panorama de la pobreza laboral en México”.
El reporte al primer trimestre de 2025, de México ¿Cómo Vamos? (MCV), indicó que el semáforo económico de este rubro se mantiene en amarillo, y, de 46 por ciento registrado en 2020, tuvo una reducción constante que no se veía desde el primer trimestre de 2007.
La disminución es considerable, dice el documento, pues el Semáforo Económico se encontró en rojo desde el cuarto trimestre de 2008 hasta octubre a noviembre de 2023. A partir de enero a marzo de 2024 cambió a amarillo y sigue en ese color.
Si en la crisis por la pandemia la pobreza laboral llegó a 58.2 millones de personas, a la fecha la disminución ha sido de 14 millones menos en condiciones laborales de vulnerabilidad económica.
Según MCV no se puede hablar de una mejoría completa, pues al primer trimestre de 2025, 64.3 por ciento de la población no tiene ingresos por empleo suficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación y otros gastos esenciales no alimentarios.
Reconoció que no se puede olvidar que hay 44.2 millones mexicanos que no pueden adquirir la canasta alimentaria para todos los integrantes del hogar con su ingreso laboral.
Los principales afectados están en Chiapas, Oaxaca y Guerrero, cuya proporción de su población con esta afectación presenta tasas mayores a 50 por ciento.
La pobreza laboral afecta desproporcionadamente al sexo femenino. En todos los estados hay más mujeres que hombres en esta situación, pues por cada 100 varones con ingresos bajos, se encuentran 113 mujeres.
Retrocesos mínimos, pero sin resolver la informalidad
Desde el inicio de 2025, la pobreza laboral ha mostrado una tendencia descendente. El porcentaje registrado en el primer trimestre —33.9 por ciento— representa una mejora respecto al 35.4 por ciento del cierre de 2024, de acuerdo con datos de México ¿Cómo Vamos?. Esta baja es relevante, aunque todavía está lejos de resolver el problema estructural del mercado laboral.
Pese a las cifras alentadoras, la informalidad continúa siendo uno de los principales retos. En enero de 2025, la tasa de informalidad laboral fue de 54.2 por ciento, lo que indica que más de la mitad de los mexicanos ocupados carecen de seguridad social y prestaciones. Esta condición limita el acceso a ingresos estables y suficientes.
Además, aunque la tasa de desocupación bajó a 2.7 por ciento en el primer mes del año, el ingreso laboral promedio no garantiza condiciones mínimas de bienestar. La presión sobre los hogares continúa siendo alta, especialmente en contextos inflacionarios o con aumentos en servicios básicos.
En resumen, la pobreza laboral en México ha disminuido ligeramente, pero sigue afectando a más de 44 millones de personas. Los datos muestran un avance, pero también confirman que el reto de fondo sigue siendo la calidad y formalidad del empleo, especialmente para mujeres y habitantes de los estados del sur.
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