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    Hegseth, jefe del Pentágono, afirma que EE. UU. devastó el programa nuclear iraní y advierte a Teherán

    El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, aseguró que el ataque ordenado por el presidente Donald Trump contra tres instalaciones nucleares de Irán logró “devastar” el programa atómico de ese país. Además, advirtió que EE. UU. responderá “con rapidez y decisión” ante cualquier represalia de Teherán.

    Durante una rueda de prensa desde el Pentágono este sábado, el jefe del Departamento de Defensa calificó la operación como un “éxito increíble y abrumador”. Según sus declaraciones, el objetivo de la ofensiva fue dañar severamente las capacidades de enriquecimiento de uranio del régimen iraní, sin causar bajas entre civiles o personal militar.

    “El comando central de Estados Unidos llevó a cabo un ataque de precisión en medio de la noche contra tres instalaciones nucleares en Irán… con el fin de destruir o degradar severamente el programa nuclear de Irán”, explicó Hegseth. Agregó que la ofensiva fue “concentrada, potente y clara”.

    “Fue brillante y audaz”, dijo sobre la decisión de Trump

    Hegseth elogió el liderazgo del presidente Trump y dijo que se trató de una operación “audaz” que restauró la disuasión estadounidense a nivel global. “Muchos presidentes han soñado con dar el golpe final al programa nuclear de Irán, y ninguno pudo hasta el presidente Trump”, afirmó.

    El secretario de Defensa también aseguró que “cuando este presidente habla, el mundo debe escuchar”. Remarcó que la ofensiva fue diseñada y ejecutada de forma quirúrgica, y que el ejército estadounidense está preparado para actuar si Irán decide responder con ataques.

    Sobre los detalles técnicos de la operación, Hegseth reveló que se trató del despliegue aéreo más largo realizado desde 2001. Participaron bombarderos B-2 con capacidad de penetración profunda, y fue el primer uso documentado de la bomba MOP (Massive Ordnance Penetrator), diseñada para destruir estructuras subterráneas reforzadas.

    Según informes difundidos por medios como Fox News y CNN, los blancos alcanzados fueron instalaciones ubicadas en Fordó, Natanz e Isfahán. Las tres tienen historial conocido en el desarrollo de componentes del programa nuclear iraní.

    El secretario de Defensa aseguró que Estados Unidos no desea una guerra abierta con Irán, pero dejó claro que no tolerará amenazas.

    “Actuaremos con rapidez y decisión cuando nuestro pueblo, nuestros socios o nuestros intereses se vean amenazados”, enfatizó. Y concluyó: “Irán debería escuchar al presidente de Estados Unidos y saber que lo dice en serio, cada palabra”.

    En las últimas horas, altos mandos iraníes se limitaron a condenar la ofensiva. Sin embargo, medios estatales han reportado “una evaluación de daños” y una reunión de emergencia entre el liderazgo de la Guardia Revolucionaria y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Hasta el momento, no se ha confirmado una respuesta militar directa por parte de Teherán.

    Mientras tanto, distintas capitales occidentales han expresado preocupación por una posible escalada. La Unión Europea llamó a la moderación y pidió “evitar una guerra de consecuencias impredecibles”. En ciudades como Nueva York, San Francisco, París y Berlín, miles de personas han salido a las calles para exigir el fin del conflicto.

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