Las nuevas imágenes de rehenes israelíes visiblemente desnutridos en Gaza han generado una oleada de condenas internacionales, revitalizando el debate sobre las condiciones de los cautivos, las responsabilidades de Hamas y las consecuencias humanitarias del conflicto. Al mismo tiempo, se intensifican las críticas hacia la actuación de Israel en Gaza, donde persiste una emergencia alimentaria que, según agencias de la ONU, roza el umbral de la hambruna.
Los videos publicados por Hamas y la Yihad Islámica Palestina muestran a dos rehenes jóvenes, Rom Braslavski (21 años) y Evyatar David (24), visiblemente afectados por la desnutrición, llorando frente a la cámara y describiendo condiciones extremas: falta de agua, alimentos y atención médica. Ambos fueron secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023 en el festival de música Nova. Se cree que aún permanecen 49 rehenes en Gaza, de los cuales al menos 27 podrían haber muerto.
Las reacciones no se hicieron esperar. El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, calificó las imágenes como «repugnantes» y exigió la liberación «incondicional» de todos los rehenes. El canciller alemán Friedrich Merz declaró estar «horrorizado» y añadió que el retorno de los secuestrados debe ser condición previa para cualquier cese al fuego. Emmanuel Macron, presidente de Francia, condenó la «crueldad abyecta» de Hamás y reiteró su llamado a un alto al fuego inmediato acompañado de una solución política duradera basada en dos Estados.
Hamas niega privación intencional y acusa bloqueo israelí
El brazo armado de Hamas negó haber privado intencionalmente a los rehenes de comida, argumentando que comparten los mismos recursos que los combatientes palestinos y la población civil en Gaza. Insistieron en que solo permitirán la entrega de ayuda médica y alimentaria si se abren corredores humanitarios permanentes y cesan los bombardeos israelíes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ha sido blanco de duras críticas tanto en Israel como entre palestinos, reiteró su llamado para acceder a los cautivos. La organización declaró estar consternada por las condiciones visibles en los videos y se ofreció a facilitar contacto con las familias, atención médica y asistencia básica, pero recordó que depende de la cooperación de las partes enfrentadas para operar.
En Israel, las imágenes reavivaron las protestas en Tel Aviv. Miles de personas, entre ellas familiares de los secuestrados, exigieron al gobierno de Benjamín Netanyahu un acuerdo inmediato para liberar a los rehenes. En una de las grabaciones, Braslavski describe haber comido solo «tres migajas de falafel» en todo el día, mientras que David afirma estar cavando su propia tumba. Las familias acusaron a las autoridades israelíes y estadounidenses de «olvidarse» de ellos.
La respuesta oficial israelí se enfocó en atribuir la situación a la crueldad de Hamás. Netanyahu declaró que los esfuerzos de rescate continuarían «sin descanso» y que se ha pedido a la Cruz Roja interceder urgentemente. Sin embargo, la presión social por una resolución negociada sigue creciendo.
Crisis humanitaria en Gaza agrava el conflicto
Las imágenes de rehenes demacrados coincidieron con nuevos informes sobre muertes por desnutrición en Gaza. El Ministerio de Salud dirigido por Hamás reportó 175 decesos, incluidos 93 niños, atribuidos a la falta de alimentos. Agencias humanitarias y la ONU han advertido que Gaza está al borde de la hambruna. Israel niega tal escenario y sostiene que Hamás obstaculiza la entrega de ayuda.
La opinión pública internacional ha comenzado a volcarse contra Israel por la devastación en Gaza, incluso cuando condena los actos de Hamás. Encuestas recientes en Europa y América del Norte muestran una caída en el apoyo a las acciones israelíes, lo que incrementa la presión diplomática sobre Tel Aviv.
Mientras tanto, la narrativa dominante en medios israelíes minimiza la crisis alimentaria y acusa a la prensa extranjera de amplificar una «farsa propagandística» diseñada por Hamás. No obstante, imágenes de niños palestinos desnutridos también han sido utilizadas por manifestantes israelíes que exigen un acuerdo humanitario inmediato.
Con ambas partes enfrentando acusaciones por la tragedia humanitaria en curso, la situación de los rehenes emerge como símbolo del estancamiento político y la urgente necesidad de una salida negociada. La comunidad internacional observa con creciente impaciencia cómo se diluye la posibilidad de un acuerdo mientras se acumulan más víctimas.
También te puede interesar: Mueren 68 migrantes en naufragio frente a Yemen; otros 74 siguen desaparecidos




