El legendario skater brasileño Sandro Dias, campeón mundial, ha grabado su nombre en la historia al conquistar dos récords Guinness en una hazaña sin precedentes: descender una rampa de 70 metros de altura a una velocidad de 103.8 km/h. El evento, que tuvo lugar en el Centro Administrativo Fernando Ferrari (CAFF), un edificio de 22 pisos y casi 89 metros en Porto Alegre, ha dejado al mundo del skateboarding boquiabierto y consolida a Dias como un ícono de superación.
La proeza de Dias no fue solo un espectáculo de adrenalina, sino el resultado de 13 años de perseverancia. A sus 50 años, el skater enfrentó el desafío en una rampa diseñada específicamente para la ocasión, ubicada en la cima del CAFF. “Sabía que era posible, pero casi imposible. Nunca renuncies a tus sueños, por lejanos que parezcan”, expresó Dias, visiblemente emocionado tras completar el descenso que lo llevó a superar los 100 km/h.
El impacto de este logro trasciende los récords. Dias, conocido por su compromiso con el skateboarding, busca inspirar a nuevas generaciones. A través de su instituto homónimo, ofrece acceso gratuito al skate a jóvenes en situación vulnerable, promoviendo el deporte como herramienta de transformación social. “No se trata de fama, sino de superar límites y crear oportunidades”, afirmó.
Una carrera de inspiración
Sandro Dias, apodado “Mineirinho”, es una figura venerada en el skateboarding mundial. Con seis títulos mundiales y múltiples medallas en los X Games, su legado ya era indiscutible antes de esta hazaña. Sin embargo, este doble récord Guinness —por la rampa más alta y la mayor velocidad en un descenso de skate— eleva su estatus a otro nivel. La rampa, instalada en el CAFF, fue diseñada con estrictas medidas de seguridad, incluyendo arneses y redes, para garantizar la integridad del skater durante el intento.
El evento atrajo a cientos de espectadores y fue transmitido en vivo, generando revuelo en redes sociales. Según datos de la organización Guinness, el descenso de Dias superó el récord anterior de altura en una rampa de skate, establecido en 2019 a 50 metros, y marcó un hito al alcanzar una velocidad nunca antes registrada en la disciplina.
Un legado para el futuro
El impacto de la hazaña de Dias va más allá de los números. Su instituto, fundado en 2015, ha beneficiado a más de 2,000 jóvenes en Brasil, proporcionándoles no solo acceso al skateboarding, sino también talleres educativos y apoyo comunitario.
“Quiero que el skate sea una puerta para que los jóvenes crean en sí mismos”, comentó Dias en una entrevista reciente con Globo Esporte.
La Federación Internacional de Skateboarding (World Skate) elogió el logro, destacando su contribución al crecimiento del deporte, especialmente tras su inclusión en los Juegos Olímpicos. “Sandro no solo rompe récords, sino que redefine lo que es posible en el skateboarding”, afirmó un portavoz de la entidad.
Este doble récord Guinness consolida a Dias como un pionero que combina audacia con propósito. Su mensaje resuena claro: los límites están para desafiarlos, y el skate puede ser mucho más que un deporte; es un vehículo de cambio.
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