El exalcalde de Matamoros y actual diputado federal por el Partido Verde, Mario Alberto López Hernández, alias “La Borrega”, fue retenido por autoridades migratorias de Estados Unidos cuando intentaba ingresar a Texas. Tras más de 14 horas en custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), fue devuelto a México sin visa, quedando inhabilitado para entrar al país vecino. El caso se suma a una serie de funcionarios mexicanos que en los últimos meses han sido objeto de medidas similares bajo el gobierno de Donald Trump, aumentando las tensiones políticas en la frontera.
De acuerdo con reportes periodísticos, López Hernández intentaba cruzar hacia Brownsville, Texas, por el Puente Viejo Internacional la noche del viernes. Sin embargo, fue detenido por agentes de la CBP y trasladado a sus oficinas, donde permaneció más de 14 horas bajo custodia.
Hacia las 10 de la mañana del sábado, fue liberado y devuelto a territorio mexicano, pero sin su visa, documento que le permitía ingresar a Estados Unidos. Junto con él, una camioneta blanca en la que viajaba también quedó retenida temporalmente durante la revisión.
Hasta ahora, ni las autoridades estadounidenses ni las mexicanas han informado los motivos de la decisión. El silencio oficial alimenta las especulaciones sobre las causas detrás de la medida, mientras López retoma sus actividades políticas en Tamaulipas con esta nueva restricción diplomática.
El perfil político de “La Borrega”
Mario López, conocido en Matamoros como “La Borrega”, fue alcalde por Morena en el periodo 2018-2024. Actualmente ocupa una curul en la Cámara de Diputados por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En su trayectoria, ha ocupado diversos cargos administrativos y de seguridad en su municipio: fue contralor, administrador general del Puente Internacional Ignacio Zaragoza y parte del Consejo Municipal de Seguridad Pública. Además, cuenta con estudios en Derecho por el Centro Universitario del Noreste.
Su paso de Morena al Verde consolidó su cercanía con la actual coalición de gobierno, lo que convierte este episodio en un hecho incómodo políticamente, ya que ocurre en medio de una racha de casos donde funcionarios mexicanos pierden acceso a EE. UU.
Otros alcaldes en la misma lista negra
El caso de Mario López no es aislado. En los últimos meses, varios presidentes municipales mexicanos han visto revocada su visa estadounidense.
En agosto, Norma Bustamante, alcaldesa de Mexicali, y su esposo, Luis Samuel Guerrero, fueron notificados de la pérdida del documento, según reportó el semanario Zeta. El mismo mes, el alcalde de Nogales, Juan Francisco Gim, confirmó públicamente la revocación de su visa.
En junio, el alcalde de Puerto Peñasco, Óscar Eduardo Castro Castro, fue informado de la medida mientras intentaba ingresar con su familia por la garita de Lukeville.
Estos casos apuntan a una tendencia de endurecimiento migratorio hacia funcionarios mexicanos, lo que genera suspicacias sobre posibles investigaciones en curso o señales diplomáticas del gobierno estadounidense.
Un mensaje político entre fronteras
La revocación de visas a políticos mexicanos no es nueva, pero su frecuencia en 2025 ha encendido las alarmas. Analistas consideran que puede ser una forma de presión del gobierno estadounidense para marcar distancia con ciertos perfiles, sin necesidad de emitir sanciones formales.
En este contexto, el caso de Mario López refuerza la narrativa de que la frontera no solo es un punto de control migratorio y comercial, sino también un escenario de mensajes políticos bilaterales. Mientras tanto, la ausencia de explicaciones oficiales mantiene abierta la duda sobre las verdaderas razones detrás de la medida.
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