La Semana de la Moda de Milán fue testigo de un momento histórico cuando Anna Wintour, la legendaria editora de Vogue, se encontró cara a cara con su alter ego cinematográfico, Miranda Priestly, interpretada por Meryl Streep. El encuentro ocurrió durante el desfile de Dolce & Gabbana, donde Streep, caracterizada como la icónica editora de Runway en El diablo viste a la moda, se sentó frente a Wintour, desatando una ovación. La presencia de Stanley Tucci, como Nigel, añadió un guiño a la esperada secuela de la película, generando furor entre los asistentes y en redes sociales.
El evento, descrito como “el crossover definitivo” por Vogue en Instagram, capturó la atención global. Wintour y Streep, ambas sonriendo, intercambiaron miradas y gestos cómplices, mientras Tucci, en el papel del leal confidente de Priestly, completaba la escena. Videos compartidos por Vogue USA mostraron un encuentro privado entre ambas, que podría formar parte de la secuela, cuyo rodaje está en marcha para su estreno en mayo de 2026.
“Miranda Priestly conoce a la persona de verdad”, comentó un usuario en X, resumiendo la emoción colectiva.
Wintour, conocida por su estilo impecable y liderazgo en la industria, ha sido vinculada al personaje de Priestly desde el estreno de la película en 2006. En una reciente entrevista en The New Yorker Radio Hour, la editora calificó la cinta como “una representación justa”, rompiendo su silencio de casi dos décadas sobre las especulaciones que la señalan como inspiración de la protagonista.
Un momento viral que celebra la moda y el cine
La aparición de Streep y Tucci en el desfile no fue casual. Dolce & Gabbana, conocidos por su estética opulenta, proporcionaron el escenario perfecto para este encuentro, que muchos interpretan como una estrategia promocional de la secuela. La película original, basada en la novela de Lauren Weisberger, recaudó más de 326 millones de dólares globalmente y se convirtió en un clásico por su retrato del glamour y las tensiones del mundo de la moda. La secuela promete explorar la evolución de Runway en la era digital, con Priestly enfrentando nuevos desafíos.
En redes, los fans estallaron de entusiasmo. “¡Dos leyendas en una fabulosa reunión de té!”, escribió un usuario en Instagram. Otro comentó: “Es como ver el cine y la realidad fusionarse”. Según datos de Sprout Social, los hashtags #WintourPriestly y #DevilWearsPrada generaron más de 500,000 interacciones en las primeras 24 horas tras el evento, reflejando su impacto cultural.
El legado de Wintour y la secuela
Anna Wintour, de 75 años, ha liderado Vogue USA desde 1988, transformándola en una biblia de la moda. Su influencia trasciende las páginas, moldeando tendencias y carreras. Aunque nunca confirmó ser la inspiración directa de Priestly, su reconocimiento de la película como “justa” sugiere una aceptación del paralelismo. Por su parte, Streep, ganadora de tres premios Oscar, ha expresado su entusiasmo por retomar el papel, destacando en entrevistas con Variety que “Miranda sigue siendo un personaje fascinante por su complejidad”.
El encuentro en Milán no solo celebró la conexión entre Wintour y Priestly, sino que también resaltó la evolución de la moda como un espacio donde el arte y la realidad se entrelazan. Con la secuela en el horizonte, este momento promete ser el preludio de un regreso triunfal de El diablo viste a la moda, llevando el glamour al siguiente nivel.
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