El catálogo de Bad Bunny sigue siendo una mina de oro. Según estimaciones de Billboard, el artista puertorriqueño estaría recaudando cerca de 788 mil 500 dólares por semana solo en reproducciones digitales dentro de Estados Unidos. La cifra podría duplicarse tras su esperada presentación en el Super Bowl, un evento que históricamente impulsa las ganancias musicales de sus protagonistas.
El impacto económico del fenómeno Bad Bunny
Billboard, apoyándose en datos de Luminate, proyecta que las ganancias de Bad Bunny podrían ascender a casi 1,7 millones de dólares semanales luego de su show en el Super Bowl, que se celebrará el 7 de febrero en Santa Clara, California. En promedio, los artistas que se presentan en el espectáculo de medio tiempo registran un incremento del 60 % en la monetización de su catálogo durante la semana posterior al evento.
El anuncio de su participación ha desatado una ola de comentarios en la esfera política estadounidense. Algunos dirigentes republicanos criticaron la elección del artista, cuestionando que el espectáculo más visto del país esté encabezado por un cantante que interpreta en español.
Trump reacciona con desdén ante el éxito latino
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó como “absolutamente ridícula” la decisión de la NFL. “Nunca he oído hablar de él… No sé quién es ni por qué lo hacen. Es una locura”, declaró en el programa Greg Kelly Reports, transmitido por Newsmax.
Las declaraciones generaron reacciones inmediatas en redes sociales, donde miles de usuarios destacaron que Bad Bunny se ha consolidado como el artista latino más influyente del siglo XXI, título otorgado recientemente por la propia revista Billboard.
Entre la polémica y la historia
El intérprete de Tití me preguntó será el primer artista latino en solitario en protagonizar el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, un logro que marca un antes y un después para la representación hispana en la industria musical estadounidense.
Bad Bunny, abiertamente crítico con las políticas migratorias de Trump, ha convertido su plataforma global en un espacio para hablar sobre la identidad, el orgullo latino y las desigualdades sociales.
Poco después del anuncio oficial, Corey Lewandowski —asesor del Departamento de Seguridad Nacional— afirmó que el Gobierno desplegaría agentes de ICE durante el evento. Sin embargo, la Casa Blanca desmintió esos dichos y aclaró que no habrá redadas migratorias relacionadas con el Super Bowl.
El camino del “Conejo Malo” hacia el escenario más grande del mundo deportivo reafirma una tendencia: la cultura latina ya no solo está presente en EE. UU., sino que domina sus listas de éxitos, sus plataformas y, muy pronto, el centro del espectáculo más visto del planeta.
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