La cantante Belinda Peregrín interpuso una querella contra Lupillo Rivera por los presuntos delitos de violencia digital y mediática, tras las revelaciones sobre su relación en el libro autobiográfico «Tragos Amargos». El despacho Maceo, Torres & Asociados, que representa a la artista, presentó la denuncia el 2 de octubre ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), que otorgó medidas de protección inmediatas para salvaguardar su seguridad, integridad y dignidad.
«Ser figura pública no legitima la vulneración de su intimidad sin consentimiento; estos actos constituyen violencia de género y violación a derechos humanos», enfatizó el comunicado legal.
La querella se basa en los artículos 20 Quáter y 20 Quinquies de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que tipifican la divulgación no consentida de aspectos íntimos como violencia digital y mediática, remitiendo a la legislación penal. La FGJCDMX reconoció la existencia de actos violentos, imponiendo a Rivera la prohibición de acercarse o comunicarse con Belinda, abstenerse de conductas ofensivas y eliminar referencias a ella en redes sociales.
Revelaciones en «Tragos amargos»: Detalles que desencadenaron la denuncia
El libro de Lupillo Rivera, lanzado el 1 de octubre, narra supuestos detalles de su romance con Belinda en 2019, durante su participación en «La Voz México». Rivera alega una relación de siete meses, planes de formar una familia y una ruptura por infidelidad de Belinda, incluyendo un tatuaje de su rostro en su brazo. «No le pido permiso a nadie», dijo Rivera en «Ventaneando» pre-lanzamiento, minimizando riesgos legales. Sin embargo, el despacho de Belinda argumentó que «la libertad de expresión no es absoluta y no justifica explotación de imagen o vulneración de dignidad».
Hasta ahora, Rivera no ha respondido públicamente a la denuncia, pero su equipo legal prepara una defensa. En entrevistas, ha reiterado que el libro busca «sanar heridas» de su vida, incluyendo esta relación.
Belinda y Lupillo coincidieron como coaches en «La Voz México» 2019, donde su química desató rumores. Inicialmente negaron romance, pero Lupillo lo confirmó meses después: «Duró siete meses; fue intenso, pero terminó mal». Belinda evitó detalles, expresando solo «cariño» post-ruptura. El tatuaje de Rivera, borrado en 2020, generó titulares, y la cantante mantuvo silencio hasta esta denuncia.
En redes, #BelindaVsLupillo acumula 1 millón de interacciones, con fans divididos: «Apoyo a Belinda contra la violencia» vs. «Libertad de expresión». El caso resalta tensiones en la industria, donde la privacidad choca con la fama.
Implicaciones legales: Violencia de género en el escenario público
La Ley Olimpia, en vigor desde 2021, tipifica la violencia digital como delito federal, con penas de 3 a 6 años de prisión. La medida de protección de la FGJCDMX es inmediata, pero el proceso judicial podría extenderse meses. El despacho Maceo Torres advierte: «Explotar la imagen de mujeres para ventas es inaceptable». Belinda, con 20 millones de seguidores, usa su plataforma para visibilizar el caso, alineada con campañas contra la violencia de género.
Este litigio, el primero de su tipo entre celebridades mexicanas, podría sentar precedente para la protección de la intimidad. Mientras Rivera promociona su libro, Belinda prioriza su dignidad, recordando que el arte no justifica el abuso.
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