México cerrará la puerta a las importaciones temporales de calzado terminado, una estrategia que busca frenar la competencia desleal, especialmente de productos provenientes de China. El nuevo decreto, firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum y presentado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, establece que el programa IMMEX ya no podrá ser utilizado para traer zapatos terminados sin pagar impuestos. Además, se aplicará un arancel mínimo del 25% a todo calzado extranjero que ingrese al país.
Gobierno endurece medidas contra prácticas irregulares
Ebrard explicó que el programa IMMEX fue diseñado exclusivamente para importar materias primas o productos semielaborados que serían transformados en México y posteriormente exportados. Sin embargo, algunas empresas aprovecharon vacíos legales para ingresar zapatos terminados, venderlos en el mercado interno y evadir el pago de impuestos.
“En México ya no se va a permitir la importación de productos de calzado en el formato temporal. Ya basta y se acabó. ¿Quieres importar? Paga los impuestos. El arancel, 25 por ciento, cuando menos”, afirmó el secretario durante una reunión con industriales en León, Guanajuato, considerada la capital zapatera del país.
La medida llega en un momento crítico para el sector. Datos de la Secretaría de Economía indican que entre 2019 y 2024 la producción de calzado en México cayó 12.8%, mientras que las importaciones aumentaron un 159%, muchas veces con precios subvaluados o mediante contrabando técnico.
Impacto del calzado chino en la industria nacional
León y otras ciudades zapateras han resentido la presión de los bajos precios del calzado proveniente de China, que en varios casos se introduce con valores declarados “irrisorios” para reducir el pago de impuestos. Esta práctica, conocida como contrabando técnico, erosiona la competitividad de los fabricantes nacionales y pone en riesgo miles de empleos.
Ebrard advirtió que, además de restringir la importación temporal, el Gobierno intensificará la vigilancia para detectar y sancionar estas operaciones irregulares. “Me he dado la vuelta por algunos almacenes donde veo precios del calzado verdaderamente irrisorios. Evidentemente es contrabando técnico. Siguiente paso: sobre el contrabando técnico, sobre la advertencia no hay engaño”, señaló.
Una industria que busca sobrevivir
La industria del calzado en México genera entre 120 mil y 130 mil empleos directos y una amplia red de empleos indirectos, principalmente en Guanajuato, Jalisco y Estado de México. El cierre de talleres y la pérdida de competitividad han encendido las alarmas del sector, que desde hace años exige una política más firme contra la competencia desleal.
Organismos empresariales han celebrado el decreto, considerándolo un paso fundamental para “recuperar el terreno perdido” y garantizar condiciones justas para los productores nacionales. No obstante, algunos especialistas advierten que la efectividad de la medida dependerá de que las autoridades logren frenar el contrabando y evitar la triangulación de mercancías a través de otros países.
Con el nuevo arancel y el endurecimiento de las reglas de importación, el Gobierno federal espera frenar la entrada masiva de calzado chino y dar un respiro a las empresas nacionales. Sin embargo, la verdadera prueba será si estas medidas se traducen en más producción, mejores salarios y un impulso sostenido para el sector.
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