Un alpinista de 31 años perdió la vida al caer más de 200 metros en el monte Nama, un pico de 5.588 metros en el macizo del Gongga, tras soltarse de su arnés para tomarse una selfie. El accidente ocurrió el 28 de septiembre en una zona prohibida, según reportes iniciales de Shanghai Daily y Tribuna de la Bahía. El video del momento, viral en redes sociales, muestra cómo el hombre resbala en una pendiente helada, dejando a sus compañeros en shock. Autoridades locales investigan el caso, destacando la falta de notificación de la expedición.
El monte Nama, conocido por su dificultad técnica y vientos impredecibles, exige equipo especializado como arneses y cuerdas. El alpinista, posiblemente llamado Hong según familiares citados por LA NACION, era experimentado pero ingresó a un área restringida para capturar la imagen perfecta. Su cuerpo fue recuperado a 5.300 metros de altitud tras un rescate complicado por el terreno y la altitud.
“Romper protocolos en zonas prohibidas es mortal”, advirtió un experto en alpinismo a Tribuna de la Bahía.
El video, grabado por compañeros, ha acumulado millones de vistas en plataformas como X y Weibo. Usuarios lo llaman “una lección brutal sobre selfies extremas”. La comunidad montañista urge mayor conciencia: el Gongga ha visto al menos dos muertes en 2025, incluyendo un adolescente en junio.
Selfies que matan: Un fenómeno global en ascenso
Este caso no es aislado. En agosto, la atleta rusa Elizaveta Gushchina, de 45 años, murió al caer 90 metros desde una torre en Pavlovsk durante su cumpleaños. Tras un salto de cuerda exitoso, subió sin arnés para una selfie y resbaló frente a su hijo, según Emol y Infobae.
“Era una saltadora experimentada, pero un descuido fatal”, lamentó la empresa 23block.
Estadísticas globales pintan un panorama alarmante. Un estudio de la Fundación iO registra 379 muertes por selfies extremas entre 2008 y 2021, con caídas como causa principal (216 casos). India lidera con 26,4% de los casos, seguida de EE.UU. (10,3%) y Rusia (8,7%), per un análisis de 2024 en Journal of Travel Medicine. En 2025, el ritmo se acelera: al menos 31 incidentes en los primeros siete meses, según la Universidad Miguel Hernández.
Expertos como el epidemiólogo Óscar López proponen “zonas libres de selfies” en sitios riesgosos, como acantilados o cumbres.
“Las redes premian lo extremo, pero el costo es humano”, advierte en El País.
En China, regulaciones en el Gongga podrían endurecerse tras esta tragedia.
El debate en redes arde: “¿Vale una foto la vida?”, pregunta un tuit viral. Mientras, la familia del alpinista busca respuestas. Esta selfie extrema no solo capturó un instante, sino un recordatorio global: la montaña no perdona imprudencias.
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