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    Protestas de la Generación Z dejan Nepal en crisis y el Hilton reducido a cenizas

    La capital de Nepal, Katmandú, se encuentra sumida en el caos tras violentas protestas lideradas por la Generación Z, que respondieron a la prohibición temporal de redes sociales. Manifestantes incendiaron edificios gubernamentales, residencias de líderes políticos y el Hotel Hilton, dejando un saldo de al menos 25 muertos y más de 600 heridos. La renuncia del primer ministro KP Sharma Oli no detuvo la ola de disturbios que ha conmocionado al país del Himalaya.

    Edificios de lujo y residencias políticas devastados por el fuego

    Imágenes aéreas del martes mostraron al Hotel Hilton de Katmandú carbonizado, con columnas de humo aún saliendo del edificio. El incendio se produjo durante los disturbios que se desataron tras la prohibición de 26 plataformas de redes sociales, una medida que los jóvenes calificaron como un ataque a la libertad de expresión. Entre los objetivos afectados se encuentran residencias privadas de políticos de alto rango y sedes de partidos, además de oficinas gubernamentales emblemáticas.

    El complejo del Parlamento y la Corte Suprema también fueron vandalizados, al igual que las casas de líderes como el primer ministro KP Sharma Oli, Sher Bahadur Deuba, líder del Congreso Nepalí, y el presidente Ram Chandra Poudel. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran incendios en las residencias y en edificios estratégicos de la ciudad, mientras los manifestantes derribaban cercos y barreras para facilitar el ataque.

    Una ola de violencia que comenzó en redes sociales

    El movimiento comenzó en plataformas como Facebook, Instagram y X, bajo etiquetas como #nepobabies, para denunciar corrupción y nepotismo. La prohibición temporal de estas redes fue el detonante que llevó a miles de jóvenes a las calles, exigiendo justicia y medidas inmediatas contra el gobierno. Los disturbios se intensificaron con enfrentamientos contra la policía, que utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para contener las manifestaciones.

    El Ministerio de Salud de Nepal confirmó que 25 personas murieron y 633 resultaron heridas durante los enfrentamientos. Además del Hilton, fueron incendiadas escuelas privadas, oficinas de partidos políticos y residencias de ministros, incluyendo la propiedad de la ministra de Relaciones Exteriores, Arzu Deuba Rana. Los manifestantes aseguraron que las acciones continuarán hasta que se garantice transparencia y rendición de cuentas.

    Impacto económico y social del levantamiento

    El incendio del Hilton y otros edificios de lujo refleja la magnitud del conflicto, que ha paralizado la actividad económica y afectado el turismo en Katmandú. Hoteles, restaurantes y comercios han cerrado por seguridad, y el gobierno ha extendido el toque de queda en la capital. Expertos advierten que la recuperación de la confianza pública será complicada, dado que la Generación Z se ha posicionado como un actor decisivo en la política nacional.

    La violencia disminuyó temporalmente tras la renuncia de KP Sharma Oli, pero el ejército sigue desplegado para restaurar el orden. Oli había anunciado la formación de un comité investigador y prometió compensación y atención médica gratuita para las víctimas. Sin embargo, el impacto emocional y económico de los disturbios persiste, y se prevé que la ciudad tardará meses en recuperarse.

    Protestas marcadas por creatividad y contundencia juvenil

    Los manifestantes han demostrado organización y creatividad, utilizando redes sociales para coordinar movimientos y difundir mensajes de denuncia. La Generación Z ha convertido su frustración en un levantamiento que muchos analistas califican como la primera “revolución digital” en Nepal, donde los jóvenes buscan desafiar estructuras políticas que consideran obsoletas y corruptas.

    Organismos internacionales han pedido calma y respeto a los derechos humanos mientras Nepal enfrenta esta crisis. La comunidad global observa atentamente cómo la juventud nepalí ha transformado el uso de redes sociales en una herramienta de presión política, y cómo la violencia y los incendios han evidenciado las profundas tensiones sociales del país.

    El incendio del Hotel Hilton y los ataques a edificios gubernamentales son símbolos de un país al límite, donde la Generación Z ha tomado un rol protagónico. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si Nepal logra estabilizarse y responder a las demandas de sus ciudadanos más jóvenes sin que se repitan hechos violentos de esta magnitud.

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