La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado urgente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que asuma su rol mediador y evite cualquier “derramamiento de sangre” en Venezuela, tras la orden del mandatario estadounidense Donald Trump de bloquear totalmente los petroleros sancionados que entren o salgan del país sudamericano. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria reiteró la postura constitucional de México contra la injerencia extranjera y a favor de soluciones pacíficas mediante diálogo.
“Un llamado a Naciones Unidas, que asuma su papel, no se le ha visto, que asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre y que se busque siempre la solución pacífica de los conflictos”, expresó Sheinbaum.
La declaración responde a la escalada de tensiones tras el anuncio de Trump el 16 de diciembre, que impone un bloqueo naval a buques vinculados al régimen de Nicolás Maduro, acusados de transportar crudo venezolano en violación de sanciones internacionales.
La presidenta distinguió este caso de otras situaciones regionales, como Honduras, donde la presidenta Xiomara Castro denuncia irregularidades electorales. “Hay una de ellas que está llamando a la intervención extranjera, y nosotros no estamos de acuerdo con eso”, dijo refiriéndose a la opositora venezolana María Corina Machado, quien ha pedido presiones internacionales contra Maduro.}
México abierto a mediación, pero con coordinación latinoamericana
Sheinbaum abrió la puerta a que México actúe como mediador o punto de encuentro si las partes lo proponen: “Sí podemos buscarlo. Obviamente lo que buscaríamos a todos los países de América Latina, es indispensable garantizar la paz y la soberanía de los pueblos”. Enfatizó que cualquier solución debe respetar tratados internacionales y el fundamento de la ONU, sin intervencionismo.
“Llamamos a que cualquier controversia internacional se utilice el diálogo y la paz y no la intervención, esta es nuestra posición por convicción y por Constitución, esa siempre debe ser la posición de cualquier presidente de México, más allá de las opiniones sobre el régimen de Venezuela”, puntualizó.
Al ser cuestionada sobre el llamado de la canciller venezolana a México, Brasil y Cuba para contrarrestar acciones de EE.UU., respondió: “Aquí hay que ver las circunstancias”, manteniendo atención en Honduras.
Esta postura alinea con la tradición mexicana de no intervención, consagrada en el artículo 89 constitucional, y busca posicionar a México como puente diplomático en una región tensa por disputas electorales y sanciones económicas.
El bloqueo de Trump, anunciado el 16 de diciembre, afecta a 18 petroleros vigilados por EE.UU., escalando presiones contra Maduro tras elecciones controvertidas. Venezuela ha rechazado la medida como «agresión imperialista», mientras la ONU monitorea el impacto humanitario.
Sheinbaum concluyó reiterando: “No a la intervención, no a la injerencia extranjera, solución pacífica de los conflictos y diálogo por la paz”.
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