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    Peregrinaciones del 12 de diciembre dejarán fuerte derrama en comercios y servicios

    La celebración guadalupana de este año apunta a convertirse en uno de los motores económicos más potentes del cierre de 2025. De acuerdo con estimaciones empresariales, la movilización de millones de peregrinos entre el 6 y el 15 de diciembre generará más de 21,700 millones de pesos en consumo, una cifra que supera por 8.5% la del año anterior y que se distribuye en transporte, hospedaje, alimentos, comercios, artesanías y servicios temporales. La derrama muestra cómo la devoción puede convertirse en una fuerza económica real, especialmente para miles de pequeños negocios que dependen de estas fechas para sostener el año.

    Impacto económico nacional y sectores más beneficiados

    CONCANACO SERVYTUR México detalló que el turismo religioso vinculado al Día de la Virgen de Guadalupe mantiene un crecimiento constante y atrae a millones de personas hacia templos y santuarios en todo el país. La Basílica de Guadalupe es el epicentro, pero no es el único punto relevante. Comunidades enteras reciben visitantes que consumen servicios inmediatos, desde comida preparada hasta productos textiles y recuerdos religiosos.

    El organismo empresarial destacó que la temporada inicia prácticamente con El Buen Fin y se enlaza con las fiestas decembrinas. Por eso, para muchos comercios familiares este periodo representa la diferencia entre un año complicado y uno estable. Restaurantes, hoteles, fondas, tianguis temporales y transportistas locales reportan mayor actividad conforme se acerca el 12 de diciembre.

    Además, la logística del peregrino implica gastos que se repiten año tras año: combustibles, peajes, mantenimiento de vehículos, hospedaje básico y compra de artículos religiosos, que suelen aumentar su demanda conforme avanza el flujo hacia la capital.

    Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la confederación, afirmó que la fecha tiene un peso doble: moviliza al país por motivos de fe, pero también abre oportunidades para miles de negocios que dependen de este impulso. Subrayó que la celebración combina identidad cultural, cohesión social y actividad económica, tres factores que vuelven a la jornada una de las más importantes del año.

    Riesgos logísticos y llamado a fortalecer la coordinación pública

    El organismo pidió a los tres niveles de gobierno garantizar seguridad, movilidad y orden en las rutas con mayor afluencia. Señaló que el objetivo es asegurar un entorno estable para comerciantes y peregrinos, ya que cualquier interrupción en la movilidad afecta tanto la experiencia religiosa como el retorno económico esperado por las comunidades.

    Autoridades locales han reconocido que estas fechas presionan la capacidad de transporte y servicios urbanos, sobre todo en la Ciudad de México. La llegada masiva de personas implica cierres viales, modificaciones en rutas de transporte público y la necesidad de operativos continuos. El sector privado insistió en que una coordinación adecuada evita conflictos y permite que el turismo religioso siga consolidándose como un pilar económico.

    Por otro lado, empresarios advirtieron que el crecimiento constante de visitantes también exige mayor regulación para vendedores temporales. La competencia desordenada suele afectar a negocios establecidos, mientras que la falta de control puede generar problemas de seguridad o saturación en zonas claves.

    Aun con esos riesgos, las expectativas siguen en terreno positivo. Comerciantes consultados coincidieron en que la devoción guadalupana es uno de los motores que no se detiene, incluso en años con inflación alta o con reducción en el consumo general. La tradición mantiene un flujo constante que muchas regiones consideran indispensable.

    Expertos en turismo religioso detallaron que este segmento tiene potencial para crecer aún más si se establecen rutas formales, certificaciones para prestadores de servicios y campañas de difusión nacional e internacional. México tiene una de las celebraciones religiosas más grandes del mundo y, según análisis del sector, aún no explota por completo su capacidad económica.

    La expectativa para este año confirma esa tendencia. Hoteles cercanos a la Basílica reportaron ocupaciones altas desde semanas antes del 12 de diciembre. Comerciantes en zonas aledañas prepararon inventarios más amplios que en 2024. Transportistas prevén aumentos en la demanda desde el corredor Bajío-Centro y desde estados del sur. Todo apunta a una temporada intensa que cerrará el año con números favorables para negocios grandes y pequeños.

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