Cuba enfrenta una crisis energética aguda en 2025, con importaciones de crudo, gas licuado de petróleo y combustibles residuales y de motor que se desplomaron un 35% en los primeros 10 meses del año, alcanzando solo 45,400 barriles por día (bpd), frente a los 69,400 bpd del mismo periodo de 2024. Esta reducción drástica, impulsada por recortes de aliados clave como México y Venezuela, ha agravado los cortes eléctricos diarios, que en La Habana superan las nueve horas y en provincias periféricas se extienden a 20 horas, afectando a 11 millones de habitantes y paralizando la economía.
El gobierno cubano culpa a la obsolescencia de su infraestructura, daños del huracán Melissa (octubre 2025) y sanciones de EE. UU., pero documentos internos de PDVSA y datos de envío marítimo revelan limitaciones en la oferta de socios políticos. Sin capacidad para comprar en mercados spot por su crisis de divisas, la isla depende de envíos subsidiados, que no cubren la demanda de 137,000 bpd en combustibles refinados para generación eléctrica, transporte y aviación.
México, proveedor estable desde 2023 con crudo ligero Olmeca apto para refinerías cubanas, redujo envíos a 5,000 bpd, un 73% menos que los 18,800 bpd de 2024. Pemex prioriza clientes pagadores en divisas, con su producción cayendo 9% a 1.63 millones bpd y exportaciones de crudo un 23% a 604,000 bpd, limitando excedentes para Cuba.
Venezuela, aliado ideológico principal, envió 27,400 bpd, un 15% menos, impactando especialmente el fuel oil para plantas termoeléctricas. PDVSA, bajo sanciones fluctuantes de EE.UU., destina más crudo a sus refinerías y clientes de pago. Envíos rusos de crudo Urales se limitaron a dos cargamentos, igual que 2024.
Cortes eléctricos
El sindicato eléctrico reportó 900 megavatios (MW) inactivos el 19 de noviembre —un tercio de la demanda pico de 2,700 MW—, por falta de fuel oil y lubricantes. En La Habana, cortes imprevistos superan nueve horas diarias; provincias como Holguín y Santiago reciben solo 2-4 horas. Daniela Castillo, estudiante de 18 años: “Llegamos cansados, no hay luz para comer o estudiar; es horrible”.
La crisis, que inició en 2024 con colapsos del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se agrava por huracán Melissa, que dañó 200 km de líneas. El gobierno raciona, pero la escasez de divisas impide importaciones alternativas.
Causas estructurales
Cuba produce 30,000 bpd de crudo (CUPET), pero refinerías como Cienfuegos operan al 40% por mantenimiento pendiente. Sanciones de EE. UU. limitan acceso a buques y pagos; el embargo acumula 144 mil millones de dólares en daños desde 1960. Aliados como Rusia envían ayuda esporádica, pero no compensan.
PDVSA y Pemex no comentaron; ministerios cubanos y venezolanos ignoraron solicitudes. Expertos como Jorge Piñón (Universidad de Texas): “2025 será extremadamente difícil; sin Venezuela y México, colapsos totales del SEN”.
Los cortes reducen productividad 20% en agro e industria, según CEPAL. En La Habana, protestas espontáneas por apagones suman 50 en 2025. El gobierno culpa al «bloqueo inhumano», pero analistas señalan ineficiencia interna.
Cuba, de potencia energética soviética a isla a oscuras, clama soluciones. ¿Aliados recortan por crisis o cansancio? El Caribe, testigo, espera luz.
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