Con el 70% de las actas escrutadas, Honduras atraviesa una noche decisiva marcada por la tensión electoral y el avance inesperado de Salvador Nasralla. El candidato del Partido Liberal suma 893 mil 718 votos, equivalentes al 40.16%, y supera por poco más de diez mil sufragios a Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, quien registra 883 mil 639 votos (39.70%). La diferencia, aunque estrecha, modificó por completo el panorama político del país, que había permanecido en incertidumbre desde las fallas técnicas que frenaron la divulgación oficial del conteo preliminar. Antes de la reactivación del sistema, Asfura lideraba por apenas 500 votos, lo que reflejaba un empate prácticamente absoluto.
Un giro inesperado tras horas de incertidumbre
La actualización del conteo alteró el rumbo de la elección presidencial y elevó la presión sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE), que sigue sin concluir el escrutinio total. Nasralla aseguró que la distancia entre ambos candidatos crecerá en las próximas horas y que este miércoles podría ser declarado “presidente electo”, aunque el organismo mantiene cautela y recuerda que aún faltan actas por procesar.
El tercer lugar permanece muy distante. La candidata oficialista Rixi Moncada, del Partido Libre, acumula 424 mil 498 votos, un 19.07%. Pese a la desventaja, reiteró que no reconoce la derrota y denunció presuntas irregularidades en el flujo de información del sistema de resultados preliminares. Su postura suma un elemento más de tensión al proceso.
Mientras tanto, varios sectores sociales exigen que el CNE garantice la integridad del escrutinio. La creciente polarización se alimenta de los mensajes de campaña, los respaldos internacionales y la incertidumbre que se produjo después de los fallos técnicos del sistema, que dejaron al país sin información clara durante horas.
La sombra del respaldo estadounidense y el impacto político
Asfura llega a esta contienda con el apoyo público del presidente de Estados Unidos, quien unos días antes de la elección lo llamó “el verdadero amigo de la libertad en Honduras”. Esa declaración se sumó a una decisión que marcó la jornada de este martes: el indulto otorgado al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico. El anuncio desató polémica en Honduras y elevó el debate político justo cuando el país seguía esperando claridad en el conteo.
El presidente estadounidense defendió el indulto con el argumento de que Hernández fue víctima de una “cacería de brujas” impulsada por el gobierno previo. La liberación tomó por sorpresa a los hondureños y dejó preguntas abiertas sobre el destino del exmandatario, cuya ubicación es desconocida. Además, regresó al centro de la discusión la relación entre decisiones externas y la dinámica política interna.
Rumbo a un cierre electoral decisivo
De acuerdo con expertos locales, el avance de Nasralla refleja un cambio significativo en el comportamiento del voto rural y urbano. Señalan que la transparencia del cierre será crucial para evitar un conflicto postelectoral. Por ahora, el CNE sostiene que la única versión válida será la que se publique al finalizar el 100% del conteo.
La contienda avanza entre declaraciones cruzadas, un margen estrecho y una ciudadanía que exige certeza. El país se prepara para un resultado que podría redefinir su mapa político en cuestión de horas.
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