La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha declarado que en el país no se ha encontrado evidencia de producción completa de fentanilo, en respuesta a un reportaje de The New York Times que afirma haber descubierto un laboratorio de esta sustancia en Culiacán, Sinaloa.
Sheinbaum cuestiona reportaje sobre fentanilo
Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum expresó dudas sobre la veracidad del reportaje del NYT, calificándolo de «poco creíble». Afirmó que «así no se produce el fentanilo» y que las autoridades mexicanas no han identificado laboratorios que realicen todo el proceso de fabricación de esta droga en el país.
Investigaciones en curso sobre laboratorios clandestinos
La presidenta señaló que, aunque se han desmantelado laboratorios clandestinos, estos están principalmente relacionados con la producción de metanfetamina o cristal. Sin embargo, enfatizó que las investigaciones continúan para detectar posibles instalaciones dedicadas al fentanilo. «La posibilidad de que se fabrique o no [fentanilo] en México y en qué parte es algo que siempre se está investigando», afirmó Sheinbaum.
Respuesta de The New York Times
Tras las declaraciones de Sheinbaum, The New York Times defendió su reportaje, asegurando que la información presentada es precisa y basada en investigaciones de campo. El medio estadounidense destacó la importancia de abordar la problemática del fentanilo en México y su impacto en la crisis de opioides en Estados Unidos.
Compromiso del gobierno mexicano contra el narcotráfico
Sheinbaum reiteró el compromiso de su administración en la lucha contra el narcotráfico y la producción de drogas sintéticas. Subrayó que se mantienen esfuerzos constantes para desmantelar laboratorios clandestinos y combatir el tráfico de precursores químicos que ingresan al país, principalmente provenientes de Asia.
Debate sobre la producción de fentanilo en México
El debate sobre la producción de fentanilo en México ha cobrado relevancia en los últimos años, dado el aumento de sobredosis relacionadas con esta sustancia en Estados Unidos. Mientras algunos informes sugieren la existencia de laboratorios en territorio mexicano, las autoridades locales insisten en que la mayoría de los precursores se importan y que la producción completa no se lleva a cabo en el país.
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