Quintana Roo celebra un hito financiero: en apenas tres años, sus ingresos propios han escalado un 60%, pasando de 11,100 millones de pesos en 2024 a 17,855 millones proyectados para 2026, según la Ley de Ingresos estatal. Esta estrategia reduce la dependencia federal del 77% al 68% de los ingresos totales, fortaleciendo la autonomía presupuestal en un estado donde el turismo genera el 80% de la economía. Bajo el liderazgo de la gobernadora Mara Lezama, el gobierno apuesta por reforzar cobros de derechos, Impuesto al Hospedaje y Sobre Nóminas, pero enfrenta vientos en contra con el controvertido Visitax, cuyo esquema de recaudación pende de un hilo en el Congreso.
El Observatorio Legislativo de Quintana Roo, en su análisis del Paquete Fiscal 2026, destaca esta «apuesta audaz» por la eficiencia recaudatoria. «El reforzamiento de derechos como el Visitax podría triplicar ingresos, pero requiere claridad operativa para evitar opacidad», advierte Eduardo Galaviz Ibarra, presidente del observatorio. La ley, entregada hace dos semanas, espera aprobación en la XVIII Legislatura, presidida por Renán Sánchez Tajonar, quien enfatiza: «Analizaremos para equilibrar crecimiento y competitividad turística».
Esta evolución no es casual. Desde 2023, reformas digitales como la Constancia de Obligaciones Fiscales Estatales (COFE) han modernizado el SATQ, eliminando licencias físicas y agilizando trámites. El resultado: un salto del 15% anual en recaudación local, inyectando recursos a salud, educación y sargazo.
Visitax: El talón de Aquiles en el paraíso turístico
El Visitax emerge como el eje de la controversia. Proyectado para recaudar 4,300 millones de pesos en 2026 —frente a solo 1,392 millones en 2025—, este derecho de 283 pesos a turistas extranjeros cubre playas, reservas y emergencias. Sin embargo, desde su creación en 2021, solo ha captado el 10% de lo esperado, por evasión y cobro ineficiente.
La propuesta obliga a hoteleros como «responsables solidarios»: retener el pago al reservar paquetes y enterarlo mensualmente al SATQ. Bernardo Cueto Riestra, secretario de Turismo, defiende: «Es firme la intención; los hoteleros tienen el contacto directo con visitantes, y así elevamos eficiencia sin subir la tarifa». El Consejo Hotelero del Caribe Mexicano (CHCM), con 138,000 habitaciones y 303,000 empleos directos, rechaza: «Transfiere cargas fiscales ajenas, daña competitividad y viola el Plan México de Sheinbaum», argumenta su directivo.
La tensión escaló con rumores de un 25% de alza, desmentidos por Lezama: «No habrá incremento; priorizamos diálogo para prosperidad compartida». Tras presión, el gobierno cedió parcialmente: hoteleros quedan fuera como retenedores directos, optando por sistemas centralizados. Aún así, el Observatorio urge: «La triplicación de metas exige mecanismos digitales robustos, o arriesga fricciones con el 92% de ocupación hotelera».
Sombras judiciales acechan. La Suprema Corte invalidó un «aprovechamiento» similar en Puerto Vallarta por vaguedad: «No precisaba servicios justificados, generando incertidumbre», resolvió el Pleno. En Quintana Roo, el Visitax detalla fondos para Foatqroo —mantenimiento de Zona Hotelera y Marina Cozumel—, pero expertos ven riesgos: «Precedentes como este podrían cuestionar su base constitucional si no se afina».
El Paquete Fiscal 2026 eleva el presupuesto estatal a 56,513 millones, un 10% más que 2025, con énfasis en equidad. «Ingresos propios financian el 32% de gasto, rompiendo dependencias históricas», celebra Lezama en su entrega al Congreso. El Observatorio aplaude modernizaciones, pero pide escrutinio: «Reformas al ISN y Derechos necesitan parámetros claros para no erosionar inversión».
Hoteleros proponen alternativas: plataformas digitales unificadas para cobros en aeropuertos. «Protegemos 20,500 millones en divisas anuales; un Visitax opaco ahuyenta visitantes», insisten. El Congreso, en sesiones maratónicas, debe resolver antes de fin de año.
Quintana Roo navega entre ambición y cautela. Si la Ley de Ingresos prospera sin fracturas, 2026 podría ser el año de la madurez fiscal. De lo contrario, el paraíso turístico enfrentará nubes en su cielo azul. La pelota está en el Legislativo: ¿consenso o confrontación?
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