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    Uno de cada siete hogares en México no tiene acceso regular al agua potable

    El acceso al agua en México sigue siendo un desafío urgente. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), 16.1% de los hogares en el país enfrenta inseguridad hídrica en niveles moderados o severos, lo que significa que millones de personas tienen dificultades para realizar actividades básicas como cocinar, beber agua, lavarse las manos o bañarse.

    El estudio fue desarrollado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana, en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública, la Northwestern University y la McGill University. Por primera vez, se ha logrado estimar un porcentaje de inseguridad hídrica a nivel nacional, con un desglose detallado por cada estado del país.

    Este análisis llega en un momento crucial, justo cuando el gobierno federal lanza el Plan Nacional Hídrico, lo que permitirá tomar decisiones más precisas para abordar la crisis de acceso al agua en México.

    Los estados con mayor y menor inseguridad de agua

    Los datos revelan que la falta de acceso regular al agua es más grave en ciertas regiones del país. Los cinco estados con mayor inseguridad hídrica son:

    1. Guerrero – 30.6%
    2. Baja California Sur – 29%
    3. Estado de México – 23.3%
    4. Hidalgo – 23.3%
    5. Aguascalientes – 23.1%

    Por otro lado, las entidades con mejor acceso al agua son:

    1. Yucatán – 3.9%
    2. Chihuahua – 7.3%
    3. Guanajuato – 8.1%
    4. Colima – 8.3%
    5. Coahuila – 9.4%

    A pesar de que algunos estados presentan mejores indicadores, los investigadores advierten que la distribución del agua varía dentro de cada estado y municipio, por lo que se requiere una investigación más detallada para identificar las diferencias en el abastecimiento.

    ¿Cómo se mide la inseguridad del agua en los hogares?

    La medición de la inseguridad hídrica en México se realizó con la metodología WISE, una herramienta internacional que evalúa la disponibilidad de agua en los hogares a través de 12 preguntas estandarizadas. Este método ya se ha implementado en 40 países, lo que permite comparar la crisis del agua en México con otras naciones de ingresos medios y bajos.

    El estudio toma en cuenta factores como:

    • Disponibilidad de agua potable en el hogar
    • Frecuencia de acceso al agua (si llega todos los días o de forma intermitente)
    • Acceso al agua para higiene y cocina
    • Capacidad de almacenamiento en tinacos o cisternas
    • Uso de pipas o agua embotellada como fuente principal

    ¿Por qué hay una crisis de agua en México?

    Los expertos han identificado varias causas estructurales que explican la inseguridad hídrica en el país, entre ellas:

    • Desigualdad en la distribución del agua: El recurso está mal administrado, favoreciendo a la agricultura y la industria sobre el consumo humano.
    • Infraestructura obsoleta: La red de tuberías en muchas ciudades es ineficiente y presenta fugas considerables, lo que impide que el agua llegue de manera constante a los hogares.
    • Sobreexplotación de acuíferos: En varias regiones del país, el agua subterránea se extrae a un ritmo mayor al de su recarga natural, lo que genera escasez crónica.
    • Cambio climático: La sequía prolongada en algunas partes del país ha reducido el nivel de las presas y disminuido la disponibilidad de agua potable.
    • Aumento en el costo del agua: El uso de pipas y agua embotellada se ha vuelto una práctica normal en muchas comunidades, elevando los costos de acceso para las familias más vulnerables.

    Soluciones y estrategias para garantizar el acceso al agua

    El Plan Nacional Hídrico busca enfrentar esta crisis con medidas de largo plazo, pero los especialistas advierten que se necesitan acciones inmediatas. Algunas estrategias clave incluyen:

    • Redistribución del agua: Garantizar que haya suficiente suministro para consumo humano antes que para uso agrícola e industrial.
    • Eficiencia en sistemas de riego: Optimizar el uso del agua en el sector agropecuario para evitar desperdicios.
    • Modernización de la infraestructura: Renovar las tuberías y redes de distribución para reducir fugas.
    • Regulación de costos y subsidios: Implementar tarifas diferenciadas para garantizar que el acceso al agua no dependa del poder adquisitivo.
    • Programas sociales enfocados en el agua: Adaptar los apoyos gubernamentales para incluir incentivos que faciliten la instalación de tinacos, sistemas de captación de agua de lluvia y baños eficientes en los hogares más vulnerables.

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