El operador minorista estadounidense de Forever 21 ha solicitado protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 por segunda vez, tras enfrentar dificultades derivadas de la creciente inflación y la competencia en el sector de la moda rápida. Entre los principales factores que afectaron su estabilidad financiera destacan el aumento en los costos del inventario y los salarios, así como la fuerte presión ejercida por plataformas como Temu y Shein.
Factores que llevaron a la quiebra de Forever 21
Forever 21, que desde los años 80 ha atraído a jóvenes con su moda accesible, no logró compensar las pérdidas económicas a pesar de implementar diversas estrategias de ahorro. La compañía F21 Opco presentó su declaración de bancarrota en un tribunal de Delaware, reportando una deuda total financiada de aproximadamente 1.58 mil millones de dólares.
El colapso financiero también se relaciona con la exención «de minimis», una laguna legal que permite a minoristas extranjeros enviar productos de bajo valor a Estados Unidos sin pagar aranceles. Esta ventaja ha sido aprovechada por competidores como Shein y Temu, afectando a cadenas tradicionales como Forever 21. La administración de Donald Trump ha considerado eliminar esta exención para nivelar la competencia en el mercado.
Estrategia y futuro de la marca
Como parte del proceso de reestructuración, la empresa planea liquidar parte de su inventario y explorar opciones para vender ciertos activos bajo supervisión judicial. En caso de concretarse una venta exitosa, Forever 21 podría evitar la liquidación total y continuar operando bajo un nuevo esquema financiero.
Esta nueva declaración de bancarrota ocurre después de que la empresa enfrentara una crisis similar en 2019, que llevó al cierre de cientos de tiendas y dejó a varios acreedores con pérdidas significativas. En aquel entonces, la marca fue rescatada por un grupo de inversionistas, incluidos Simon Property Group, Brookfield y Authentic Brands, a través de Sparc Group. Más recientemente, en 2023, Sparc se asoció con Shein en un intento de mejorar la posición de Forever 21 en el mercado.
En diciembre pasado, el minorista JC Penney adquirió Sparc para formar Catalyst Brands, lo que permitió a los antiguos accionistas mantener participaciones minoritarias en la compañía. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, Forever 21 sigue enfrentando desafíos estructurales en un entorno altamente competitivo.
El futuro de la icónica marca de moda rápida dependerá del éxito de su proceso de reestructuración y de las decisiones que tome para adaptarse a un mercado cada vez más digitalizado y dominado por gigantes del comercio electrónico.
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