La compañía busca renovarse con su estrategia «Win Now», eliminando clásicos como los Air Force One y Dunks para enfocarse en productos innovadores.
El declive de Nike y su estrategia de recuperación
Nike enfrenta una crisis que marca un punto de inflexión en su historia. En su informe del tercer trimestre fiscal de 2025, reportó una caída del 9% en sus ingresos respecto al año anterior, alcanzando 11,300 millones de dólares. La disminución más drástica se dio en sus ventas directas, con una baja del 12% (4,700 millones de dólares), atribuida a una caída del 15% en ventas digitales y del 2% en tiendas físicas.
Elliott Hill, presidente y CEO de Nike, afirmó que la compañía está enfocada en una transformación clave mediante su estrategia «Win Now», orientada a recuperar su posición de liderazgo con productos innovadores y una renovada conexión con los atletas. «Estamos en el camino correcto, pero la presión es fuerte», indicó Hill.
Cambio generacional y el fin de los modelos clásicos
Las preferencias del consumidor han evolucionado. Según el consultor de negocios Ángel Méndez, las generaciones más jóvenes han perdido interés en los productos coleccionables como los Air Force One o Air Jordan 1, icónicos dentro de la marca. «Las marcas se han dado cuenta de que el mercado dicta las reglas. No se puede mantener un producto que no se vende», comentó Méndez.
La falta de innovación en el segmento deportivo permitió que marcas emergentes como Hoka y On Running captaran la atención del público. Nike reconoció esta situación y tomó medidas drásticas: eliminar modelos icónicos para dar paso a nuevas líneas enfocadas en desempeño y tecnología avanzada.
Innovación y nuevo enfoque
Nike inició la liquidación de sus modelos clásicos para introducir productos con mayor valor funcional y rendimiento deportivo. «No buscamos reemplazar un ícono con otro, sino enamorar a los consumidores con algo nuevo», explicó Hill. Esta estrategia se complementa con una campaña de marketing enfocada en la funcionalidad y el bienestar físico.
El CFO de Nike, Matthew Friend, subrayó que la empresa está fortaleciendo su vínculo con los atletas y rediseñando sus tiendas para convertirlas en destinos premium. La meta es mejorar la experiencia del consumidor y reforzar la imagen de la marca en el mercado deportivo.
A pesar de la caída en ingresos, Nike mantuvo su compromiso con los accionistas, distribuyendo 594 millones de dólares en dividendos y recomprando 499 millones en acciones, como parte de un programa de recompra por 18,000 millones.
El desafío para Nike es claro: convencer a los consumidores de que su propuesta de valor va más allá de la nostalgia y se centra en la innovación. «Si apuesta por una buena campaña enfocada en el bienestar y el rendimiento, podría salir fortalecida», concluyó Méndez.




