El magnate hongkonés Li Ka-shing ha decidido no seguir adelante con la venta de sus puertos del Canal de Panamá a un consorcio que incluye a la empresa estadounidense BlackRock, según informes que han circulado en medios internacionales.
Li Ka-shing, considerado uno de los empresarios más influyentes de Hong Kong, había previsto firmar el acuerdo el 2 de abril. Sin embargo, la firma no se realizará como estaba planificado. Aunque el acuerdo no se cancela oficialmente, aún existen detalles cruciales por definir, según el South China Morning Post. La transacción involucra los puertos de Balboa y Cristóbal, ubicados a ambos lados del Canal de Panamá, que conecta el Océano Atlántico con el Pacífico.
Este acuerdo, que involucra un total de 43 instalaciones bajo CK Hutchison Holdings, el conglomerado de Li, había sido una de las transacciones más anticipadas, dado que podría implicar una venta de más de 19 mil millones de dólares. No obstante, la complejidad geopolítica del acuerdo y la presión de factores externos han llevado a esta cancelación.
La presión de China y sus implicaciones geopolíticas
La principal preocupación de Pekín sobre la venta de estos puertos radica en la posible amenaza a sus intereses marítimos y comerciales. China ve con desconfianza la posibilidad de que un consorcio estadounidense, como BlackRock, tome control de los puertos clave del Canal de Panamá. Esta situación se enmarca dentro de un contexto más amplio de tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, dos de las economías más grandes del mundo. A pesar de que CK Hutchison tiene vínculos limitados con ambos países, la ubicación estratégica de los puertos y su importancia para el comercio internacional generan un contexto delicado.
El presidente Donald Trump había celebrado la devolución del control del Canal de Panamá a Estados Unidos, lo que avivó aún más las preocupaciones en Pekín. La decisión de suspender la venta de los puertos llega tras una serie de medidas por parte de China para frenar acuerdos entre empresas chinas y Li Ka-shing, así como investigaciones en torno a posibles violaciones de seguridad nacional o antimonopolio.
El diario pro-Pekín Ta Kung Pao informó que la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China estaba revisando el acuerdo para asegurar que se preservara la competencia leal y se protegieran los intereses públicos. Este periódico también había expresado críticas sobre la “sumisión” de Li ante la presión estadounidense, respaldadas por la oficina principal de China para asuntos de Hong Kong.
Respuestas políticas y diplomáticas ante la controversia
En medio de esta controversia, el líder de Hong Kong y autoridades de Pekín han intervenido, reconociendo que las preocupaciones sobre el acuerdo merecían “seria atención” y garantizando que se gestionarían conforme a la ley y regulaciones de la región. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China, a través de su portavoz Guo Jiakun, expresó que Pekín está en contra de las tácticas coercitivas para obtener beneficios económicos, reiterando el compromiso de proteger los intereses legítimos de China en el ámbito internacional.
Este giro en la venta de los puertos del Canal de Panamá resalta las complejas dinámicas entre grandes potencias como China, Estados Unidos y el capital privado internacional, generando aún más incertidumbre en torno a las decisiones empresariales de Li Ka-shing y las implicaciones geopolíticas de sus operaciones.
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