El Viernes Santo, una de las fechas más significativas del calendario litúrgico católico, se conmemora hoy en todo México con actos de profunda reflexión, penitencia y fe, en recuerdo de la crucifixión y muerte de Jesucristo en el monte Calvario. Esta jornada, que forma parte del Triduo Pascual junto al Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, no contempla la celebración de misa, sino que se centra en la Liturgia de la Pasión del Señor, que incluye la lectura de la Pasión según San Juan, la adoración de la cruz y la comunión con hostias consagradas el día anterior.
Tradiciones vivas en todo el país
Desde hace siglos, diversas comunidades mexicanas celebran este día con representaciones del Vía Crucis, escenificando el recorrido de Jesús desde su captura hasta su crucifixión. En estas procesiones, actores locales encarnan a personajes bíblicos, en un acto de devoción y cultura popular.
La representación más emblemática es sin duda la Pasión de Cristo en Iztapalapa, en la Ciudad de México, que reúne a miles de espectadores y cuenta con la participación de los ocho barrios originarios del municipio. Realizada desde 1843, esta tradición surgió como una manda durante una epidemia de cólera y se ha mantenido viva como uno de los actos religiosos y culturales más importantes del país.
El evento ha sido declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México y Patrimonio Inmaterial de México, y se busca su reconocimiento por la UNESCO. El actor que representa a Jesús debe ser originario de Iztapalapa y cumplir con estrictos requisitos religiosos y morales. Durante la representación, carga una pesada cruz por varios kilómetros hasta llegar al Cerro de la Estrella, que simboliza el Monte Calvario.
Otras expresiones destacadas
Además de Iztapalapa, otras localidades del país mantienen vivas sus propias expresiones del Viernes Santo:
- En Purísima del Rincón, Guanajuato, destaca la presencia de los “judíos” con coloridas máscaras talladas a mano.
- En San Luis Potosí, la solemne Procesión del Silencio, declarada patrimonio cultural del estado, se realiza sin pronunciar palabra, en un ambiente de recogimiento y respeto.
Los fieles también practican ayuno y abstinencia de carne, una tradición penitencial que data del siglo II. Durante las ceremonias, los colores litúrgicos cobran relevancia: el negro simboliza el duelo, el morado la penitencia y el rojo la sangre derramada por Cristo.
Aspectos laborales y escolares
Aunque el Viernes Santo no es un día de descanso oficial según la Ley Federal del Trabajo, muchas instituciones bancarias, educativas y gubernamentales suspenden actividades. Para el ciclo escolar 2024-2025, la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció un receso vacacional del 14 al 25 de abril para estudiantes y personal docente de educación básica.
La jornada representa un momento de profunda espiritualidad para millones de católicos mexicanos, que encuentran en estas tradiciones no solo un espacio de devoción, sino también de identidad comunitaria y memoria colectiva.
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