En un partido para la historia de la postemporada, los Indiana Pacers lograron una remontada impensable ante los New York Knicks. Tras ir perdiendo por 14 puntos con menos de tres minutos en el reloj, el equipo de Indiana se impuso 138-135 en tiempo extra, en el primer juego de las finales de la Conferencia Este.
Esta hazaña rompió una estadística que llevaba 27 años intacta: ningún equipo había logrado revertir una diferencia de 14 puntos o más con menos de tres minutos restantes en playoffs, acumulando un récord negativo de 0-970 en ese escenario.
La remontada comenzó cuando, con 6:46 por jugar, los Pacers estaban abajo por 17 puntos. A 2:40 del final, la brecha seguía en 14 unidades, y con 52 segundos, los Knicks aún dominaban 123-114. Sin embargo, la reacción fue tan fulminante como memorable: un parcial de 6-20 encabezado por Aaron Nesmith, quien encestó seis triples en el último cuarto, prendió la mecha de la recuperación. La canasta decisiva para empatar y forzar la prórroga la firmó Tyrese Haliburton con solo siete segundos en el reloj.
Haliburton, figura clave con 31 puntos, 11 asistencias y 4 rebotes, ejecutó un tiro que inicialmente pensó que sería un triple ganador, pero su pie pisó la línea y la canasta contó solo dos puntos. Aun así, ese momento fue un golpe anímico para los Knicks, que no lograron reaccionar en el tiempo extra.
Un duelo con ecos de los años 90 y una presión que renace
El base de los Pacers celebró el empate con un icónico gesto: imitó la famosa celebración de Reggie Miller en 1994, cuando le dedicó un gesto de ahorcamiento a Spike Lee en el Madison Square Garden, un símbolo clásico de la rivalidad entre Knicks y Pacers. Haliburton confesó que pensó guardar ese festejo para un momento especial, pero que la ocasión lo justificó plenamente.
Aaron Nesmith, otro protagonista, terminó con 30 puntos y fue fundamental con sus seis triples consecutivos para encender la remontada. Su aporte ofensivo fue vital para levantar a un equipo que parecía derrotado ante un público local eufórico.
Por su parte, los Knicks sufrieron la ausencia temporal de Jalen Brunson en el último cuarto por faltas, pero aun sin él, lograron un parcial de 14-0 para extender su ventaja a 16 puntos. Brunson volvió para intentar controlar el juego, terminó con 43 puntos, pero cometió siete pérdidas, dos de ellas cruciales en los momentos decisivos que permitieron a Indiana tomar la delantera.
En el tiempo extra, los Pacers mantuvieron la calma y la concentración. Tyrese Haliburton, Nesmith, Pascal Siakam (17 puntos), Andrew Nembhard (15) y Myles Turner (14) combinaron buen ataque y defensa para cerrar el partido. Los Knicks fallaron tiros clave en los segundos finales, incluyendo un triple de Karl-Anthony Towns y otro de Brunson, que sellaron su derrota.
Superioridad en rebotes… y en errores
Towns aportó 35 puntos y 12 rebotes, mientras OG Anunoby y Mikal Bridges sumaron 16 cada uno. Sin embargo, la superioridad en los rebotes y otros aspectos no les alcanzó para contrarrestar los errores cruciales en los instantes finales.
Esta serie revive una rivalidad clásica del Este que marcó los 90, cuando Knicks y Pacers se enfrentaron en seis series de playoffs, incluyendo tres finales de conferencia. En 2023, Indiana también ganó una serie dramática 4-3 contra Nueva York.
El segundo juego se jugará este viernes en el Madison Square Garden. Para los Knicks, el reto será sobreponerse al golpe emocional y no dejar que la historia se repita. Para los Pacers, la oportunidad está en golpear de nuevo como visitantes y regresar con ventaja a casa.
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