A más de una década de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, líder fundador del cártel que lleva su nombre, esta organización criminal y sus escisiones continúan ejerciendo influencia en diversas regiones de México. Aunque la captura de sus principales líderes y la fragmentación del grupo parecieron marcar el fin de su hegemonía, los Beltrán Leyva han demostrado una notable capacidad de adaptación, operando de manera descentralizada y forjando alianzas estratégicas con otros grupos del crimen organizado, incluidos antiguos enemigos.
Resurgimiento en Sinaloa: Alianzas estratégicas y conflictos internos
El conflicto reciente en Sinaloa entre las facciones de Los Chapitos, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Los Mayos, liderados por Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”, ha vuelto a colocar a los Beltrán Leyva en el centro de las disputas territoriales.
Este grupo, ahora representado en gran medida por Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, alias “El Mochomito”, hijo de Alfredo Beltrán Leyva, ha consolidado su apoyo a Los Chapitos en su guerra interna, evidenciando la complejidad y volatilidad de las alianzas en el narcotráfico mexicano. La reciente detención de operadores vinculados a «El Mochomito» en Culiacán refuerza la capacidad del cártel para mantener presencia activa y relevante en la región.
Herencia histórica: Rupturas y conflictos familiares
Las tensiones históricas entre las familias Guzmán y Beltrán Leyva se remontan a 2008, cuando la captura de Alfredo Beltrán Leyva marcó el inicio de una ruptura violenta dentro del Cártel de Sinaloa. Este conflicto escaló hasta aproximadamente 2012, fragmentando al grupo y generando múltiples escisiones que persisten hasta la fecha.
Estados donde los Beltrán Leyva aún tienen presencia
A pesar de la desarticulación del cártel tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009, el grupo y sus numerosas escisiones continúan ejerciendo influencia en varias regiones de México, aunque su alcance varía dependiendo de los enfrentamientos con otros cárteles y de las acciones emprendidas por las autoridades.
Baja California y Baja California Sur
- Punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
 - Actividad de narcomenudeo y control territorial en áreas turísticas como Los Cabos.
 
Sinaloa y Nayarit
- Bastión histórico del cártel, con presencia de grupos aliados como Los Mazatlecos.
 - Apoyo a Los Chapitos en su lucha contra Los Mayos por rutas estratégicas.
 
Guerrero y Morelos
- Escisiones como Los Rojos, Los Ardillos y Guerreros Unidos operan en delitos como extorsión, secuestro y narcotráfico.
 - Acapulco y regiones montañosas son puntos críticos de actividad.
 
Oaxaca y Chiapas
- Corredores estratégicos para el trasiego de drogas hacia Centroamérica.
 - Regiones clave para alianzas internacionales del cártel.
 
Quintana Roo
- Competencia por el narcomenudeo en destinos turísticos como Cancún y Playa del Carmen.
 
Regiones de influencia menguante
Aunque el cártel tuvo presencia significativa en otros estados, en algunos casos su influencia ha disminuido o desaparecido:
- Estado de México y Ciudad de México: Grupos como La Mano con Ojos llegaron a operar, pero fueron desarticulados.
 - Nuevo León y Querétaro: Operaciones históricas relacionadas con el lavado de dinero y distribución de drogas, aunque no se ha confirmado una presencia activa significativa en los últimos años.
 
Adaptación y relevancia: Un cártel que se rehúsa a desaparecer
La resiliencia del Cártel de los Beltrán Leyva y sus múltiples escisiones subraya su capacidad para operar en un entorno criminal cada vez más fragmentado y competitivo. Mientras las tensiones internas y externas redefinen las dinámicas del narcotráfico en México, los Beltrán Leyva continúan ajustando su estrategia, manteniendo su presencia en regiones clave y formando alianzas para garantizar su supervivencia en un panorama altamente volátil.
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