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    Pemex al borde del colapso: proveedores advierten parálisis operativa por adeudos millonarios

    La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC) lanzó una alerta contundente sobre la posible interrupción de operaciones en Petróleos Mexicanos (Pemex) a partir de julio. La causa: el incumplimiento sistemático de pagos por parte de la empresa estatal, que ha generado una deuda insostenible con contratistas y proveedores.

    Rafael Espino de la Peña, presidente de la AMESPAC, señaló que el sector enfrenta una crisis sin precedente debido a la falta de flujo de caja, derivada del retraso y negativa de Pemex para cubrir facturas por servicios prestados, incluso algunos desde hace más de un año. “Advertimos que esta falta de pagos ha conducido al sector de servicios a disminuir significativamente sus actividades”, expresó.

    Más de 400 mil millones en deudas acumuladas

    La deuda total de Pemex con proveedores alcanzó los 404 mil millones de pesos al cierre del primer trimestre de 2025, según cifras oficiales. Esto representa un aumento del 260 por ciento respecto a 2018. Además, la empresa enfrenta obstáculos internos para reconocer y liberar pagos a través del sistema COPADE (Codificación de Pagos y Descuentos), lo que ha dejado sin cobrar más de 50 mil millones de pesos tan solo entre las empresas afiliadas a AMESPAC.

    Otro factor crítico es el drástico recorte presupuestal en exploración y extracción, que pasó de 373 mil millones de pesos en 2024 a 127 mil millones este año. El impacto ya es visible: solo 26 de los 59 equipos de perforación siguen operando, una reducción operativa de más del 50 por ciento.

    La AMESPAC exigió la instalación urgente de una mesa de trabajo con Pemex para liberar la facturación de servicios certificados en 2024 y garantizar pagos puntuales en 2025. También solicitó diseñar un programa inmediato para saldar los adeudos históricos con las empresas de servicios petroleros.

    Proveedores afectados y cifras preocupantes

    Hasta el 9 de abril de 2025, Pemex acumulaba 3 mil 888 obligaciones de pago ya facturadas por un total de 114 mil 137 millones de pesos con mil 339 proveedores, de acuerdo con su propio reporte. A esto se suman deudas aún no facturadas.

    Las empresas con los montos más altos de adeudo incluyen:

    • Typhoon Offshore: 4 mil 381 millones de pesos
    • Hokchi Energy: 3 mil 449 millones
    • Drillmex: 2 mil 790 millones
    • Petrolera Cárdenas Mora: 1 mil 389 millones
    • Micoperi de México: 1 mil 378 millones
    • Sinopec International Petroleum Service de México: 1 mil 363 millones

    Estas cifras revelan un patrón crítico: Pemex no sólo acumula pasivos crecientes, sino que también retrasa el pago de contratos certificados, afectando la operación de actores clave en la industria energética nacional.

    Mientras tanto, la empresa pública continúa apostando sus recursos al proyecto de la refinería Dos Bocas, a pesar de que la inversión global en refinerías atraviesa su nivel más bajo en una década. La pregunta obligada es: ¿Pemex tiene capacidad para sostener su infraestructura operativa actual sin destruir su cadena de suministro?

    Impacto económico nacional ante la crisis de Pemex y el aumento del precio del petróleo

    El incremento en el precio del barril de petróleo, motivado por la escalada del conflicto entre Israel e Irán, podría parecer una oportunidad para Pemex; sin embargo, la crisis de liquidez y los adeudos millonarios con proveedores limitan la capacidad de la empresa para aprovechar esta coyuntura. Mientras el mercado internacional eleva los precios, la paralización de operaciones y la disminución en la exploración y extracción amenazan con reducir la producción nacional, afectando la balanza comercial y limitando ingresos fiscales cruciales para el país.

    La imposibilidad de Pemex para garantizar la continuidad operativa ante la deuda con proveedores pone en riesgo la seguridad energética de México justo cuando la volatilidad global presiona los precios internacionales. Esta situación puede derivar en desabasto de combustibles, aumento en los costos para consumidores y empresas, así como en una mayor dependencia de importaciones. En un contexto geopolítico inestable, la incapacidad de Pemex para responder a la demanda interna impacta directamente en la estabilidad económica y social del país.

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