Israel lanzó una nueva oleada de misiles sobre la capital iraní, Teherán, alcanzando varios puntos estratégicos, incluida la sede de la Media Luna Roja, informó EFE. Hasta el momento, no se reportan víctimas ni daños humanos, aunque las instalaciones presentan daños visibles.
El Ejército israelí confirmó que el ataque tuvo como objetivo “objetivos militares del régimen iraní en Teherán”. Se registraron explosiones en diversas zonas, incluidas áreas residenciales del noroeste de la ciudad. La televisión estatal iraní Press TV difundió imágenes donde se observa humo saliendo del edificio de la Media Luna Roja y daños significativos en la entrada principal.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, detalló que la Fuerza Aérea destruyó la “sede de seguridad interna del régimen iraní”, a la que calificó como “el principal brazo represivo del dictador iraní”. Katz aseguró que Israel continuará “dañando los símbolos de poder y atacando el régimen de los ayatolás en todas partes”. No obstante, no precisó la ubicación exacta del objetivo destruido.
Esta ofensiva se inscribe en la sexta jornada consecutiva de ataques israelíes en territorio iraní, los cuales, según Irán, han causado más de 200 muertos, incluyendo altos mandos militares y de seguridad. La situación mantiene en alerta a la comunidad internacional debido a la escalada del conflicto.
Jameneí lanza advertencia a Estados Unidos
En respuesta, el líder supremo iraní, Ali Jameneí, emitió una advertencia severa a Estados Unidos, asegurando que cualquier intervención militar directa ocasionará “daños irreparables”. Además, afirmó que el pueblo iraní no se rendirá ante la presión y que las Fuerzas Armadas están “completamente preparadas” para defender el país, con el respaldo total del Gobierno. Respecto a Israel, afirmó que este cometió “un grave error” y que enfrentará las consecuencias de sus acciones.
Este nuevo episodio intensifica la tensión en una región que ya sufre un prolongado conflicto entre Israel e Irán. Aunque Israel sostiene que sus ataques se dirigen únicamente a objetivos militares, el daño a la sede de una organización humanitaria clave como la Media Luna Roja podría generar críticas internacionales y complicar la situación humanitaria.
Además, la afectación en zonas urbanas aumenta el riesgo de daños colaterales, lo que puede fortalecer el sentimiento nacionalista en Irán y dificultar cualquier intento de negociación o desescalada. Por otro lado, el llamado del presidente Donald Trump a una “rendición incondicional” de Irán y su declaración de conocer el paradero del líder supremo añade presión diplomática y amenaza con una mayor intervención extranjera.
Mercados globales observan con preocupación
En el plano económico, los mercados globales observan con preocupación esta escalada. Aunque han mostrado contención hasta ahora, cualquier agravamiento del conflicto puede afectar la estabilidad regional, especialmente en zonas estratégicas para el comercio y la producción energética.
En conclusión, la ofensiva israelí sobre Teherán refleja no solo una confrontación militar directa contra la estructura de poder iraní, sino también un escenario de alta incertidumbre que pone en riesgo la estabilidad regional y la seguridad de civiles inocentes. La respuesta de Irán, junto con las posturas de Estados Unidos y otros actores internacionales, serán decisivas para determinar si este conflicto se ampliará o si se abrirán caminos hacia el diálogo y la contención.
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