Desde el aeropuerto de Austin hasta Tennessee, su video viral retrata cómo el maíz cruza fronteras cuando el antojo y la identidad pesan más que el equipaje.
Para una joven mexicana que reside en Tennessee, viajar sin tortillas simplemente no era opción. Por eso, durante su visita a Texas, empacó 200 en su mochila y se subió al avión. La escena fue registrada en un video publicado en TikTok, donde se lee: “Toda esta gente y nadie sabe que tengo 200 tortillas HEB en mi mochila”. En cuestión de horas, el clip se volvió viral.
Maíz, identidad y supervivencia culinaria
La tortilla no es solo un alimento. Es el alma de la cocina mexicana, la base sobre la que se construyen tacos, enchiladas, quesadillas y miles de guisados. Cuando estás lejos de casa, su ausencia puede sentirse como un hueco en la rutina diaria.
La protagonista de esta historia, identificada como @annathecolossaltitan en TikTok, explicó en una entrevista posterior que en Tennessee no hay tiendas HEB, conocidas por ofrecer productos latinos auténticos. Así que, antes de regresar a su hogar, decidió “cargar con lo indispensable”: tortillas frescas y funcionales para varias semanas.
Su acción ha sido aplaudida por cientos de usuarios que también han compartido anécdotas similares: desde quienes han llevado mole, chiles secos, pan dulce o salsas caseras en su equipaje, hasta quienes embalan tortillas al vacío para mantenerlas más tiempo sin refrigeración.
Tortilla en el extranjero: más que antojo, necesidad
La escena fue grabada en el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom y ya supera las 650 mil reproducciones. Lejos de parecer exagerada, la reacción del público ha sido mayoritariamente solidaria y empática. En muchos países fuera de México, conseguir tortillas auténticas de maíz es difícil y costoso, especialmente si se busca mantener la calidad y el sabor que distingue a las hechas en casa o en tortillerías tradicionales.
Según el Consejo Nacional de la Tortilla, cada mexicano consume en promedio 75 kg de este alimento al año. No es sorpresa que quienes emigran la sigan considerando un pilar esencial de su dieta, incluso si eso implica cargar con paquetes enteros en el avión.
Además, las restricciones aeroportuarias para productos no perecederos permiten este tipo de traslados dentro de vuelos domésticos en EE. UU., lo que hace más factible este tipo de travesías cargadas de sabor y memoria.
Una tortilla que une distancias
Lo viral no fue solo la ocurrencia, sino la emoción colectiva que desató: nostalgia, sentido de pertenencia y creatividad gastronómica en contextos migratorios. Porque si algo ha demostrado esta historia, es que el sabor del maíz no entiende de fronteras.
Para muchos, llevar tortillas es llevar un pedazo de México en la mochila. Y aunque parezca anecdótico, es también una forma de resistencia cultural que nos recuerda que nuestra comida, como nuestras raíces, siempre viaja con nosotros.
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