La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) confirmó la vinculación a proceso de Jesús Antonio “N”, acusado de feminicidio agravado y homicidio infantil en agravio de Margarita “N”, de 28 años, y sus tres hijas: Meredith y Medelin (gemelas de 11 años) y Karla, de 9 años.
El crimen, ocurrido el 3 de julio en las inmediaciones del poblado Miguel Alemán, ha conmocionado a todo México por su extrema crueldad. Las investigaciones revelan que el detenido era el único beneficiario de un seguro de vida por 300 mil pesos, lo que refuerza la hipótesis de un móvil económico detrás del asesinato.
Bromas macabras como antesala del crimen
Durante una conferencia de prensa, el comisario de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), Carlos Flores, informó que el acusado hacía bromas sarcásticas en público sobre privar de la vida a su pareja para cobrar el seguro. “Incluso llegó a decir que la mataría para quedarse con el dinero”, explicó Flores.
A pesar de estos antecedentes, Jesús Antonio “N” no ha declarado su motivación formal ante las autoridades, por lo que no se descartan otras líneas de investigación.
Cronología: de un paseo familiar al horror
De acuerdo con la reconstrucción oficial, el acusado viajó junto a Margarita y las niñas hacia Bahía de Kino el día de los hechos. A las 18:30 h, el padre biológico de las menores, Carlos Tapia, notó una publicación de WhatsApp desde el teléfono de una de las niñas, donde aparecían en la playa. Sin embargo, poco después dejaron de responder llamadas y mensajes.
Aproximadamente a las 20:00 h, en el entronque de la carretera Hermosillo–Bahía de Kino con la 36 Norte, Jesús Antonio “N” disparó contra Margarita, causándole la muerte en el lugar. Luego, condujo unos 7 kilómetros más, obligó a descender a las tres niñas y les disparó también con la misma arma.
Los cuerpos fueron hallados los días 4 y 5 de julio por el colectivo Buscadoras por la Paz Sonora. Las menores estaban vestidas con pijamas y abrazadas entre sí, una imagen que se viralizó en redes sociales y provocó indignación a nivel nacional.
Arma “mata policías” y presuntos vínculos criminales
En el operativo de detención, las autoridades aseguraron una pistola calibre 5.7 × 28 mm, conocida como “mata policías”, de uso exclusivo del Ejército. Las pruebas balísticas confirmaron que fue el arma utilizada en los asesinatos, y al detenido se le detectaron residuos de pólvora.
Además, se encontraron sustancias relacionadas con narcomenudeo, lo que abrió una nueva línea de investigación sobre posibles vínculos del acusado con grupos criminales. De forma extraoficial, se menciona una presunta relación con el grupo delictivo Los Salazar, que opera en la región.
El lunes, un juez dictó auto de vinculación a proceso con prisión preventiva justificada. La FGJES solicitará una pena ejemplar, que podría superar los 180 años de prisión, considerando el feminicidio y los homicidios infantiles agravados.
Según el Código Penal de Sonora, el feminicidio puede castigarse con hasta 70 años, pero el asesinato de múltiples menores de edad en condiciones agravantes podría elevar considerablemente la condena.
Una tragedia nacional que exige justicia
Durante el funeral, Carlos Tapia, padre de las menores, expresó su dolor y exigió justicia: “Yo pensé que estaban bien… no es reconocible, la verdad. Tiene que pagarse”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó el crimen y reiteró su rechazo a toda forma de violencia contra mujeres, niñas y niños. El caso ha reavivado el debate nacional sobre los feminicidios, la impunidad y la necesidad urgente de políticas efectivas de protección y prevención.
El caso Margarita y sus hijas es ya uno de los más trágicos y representativos de la violencia feminicida en el país, y ha sido descrito por organizaciones civiles como un crimen de Estado por omisión, ante las señales ignoradas y la falta de acción preventiva.
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