La Sierra de San Juan, en Nayarit, es nuevamente escenario de un hallazgo biológico sin precedentes: un equipo de científicos mexicanos e internacionales descubrió una nueva especie de lagartija endémica, nombrada Sceloporus mendezdelacruzi. Aunque el hallazgo ha sido celebrado por la comunidad científica, también deja en evidencia una amenaza creciente: la presión que el cambio climático y la urbanización ejercen sobre los ecosistemas naturales del país.
La nueva especie fue inicialmente detectada por Jesús Alberto Loc Barragán, egresado de la Universidad Autónoma de Nayarit, quien fotografió un ejemplar de vientre amarillo en la Sierra de San Juan. Intrigado por sus características inusuales, contactó al herpetólogo Víctor Hugo Jiménez Arcos, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (UNAM).
Pronto se formó un equipo de investigación que incluyó a Rafael Alejandro Calzada Arciniega del Instituto de Biología (UNAM), Liz Alfaro Juantorena del Centro de Ciencias Genómicas y colegas de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Tras un riguroso análisis morfológico y genético, se confirmó que el espécimen correspondía a una especie nunca antes descrita. En reconocimiento a la trayectoria científica del Dr. Fausto Méndez de la Cruz, la lagartija fue nombrada en su honor.
Su rasgo más distintivo —el vientre amarillo brillante en los machos— no se ha registrado en ninguna otra especie del género Sceloporus, lo que podría representar una señal evolutiva vinculada al comportamiento reproductivo, particularmente activo entre marzo y julio.
Una joya natural bajo amenaza constante
Aunque el descubrimiento representa un avance para la biología y la conservación, también ha encendido las alarmas entre especialistas. La Sierra de San Juan, donde habita esta especie, es un área natural protegida a nivel estatal que concentra una notable diversidad de microclimas. Sin embargo, la zona enfrenta amenazas crecientes: incendios forestales, expansión urbana, deforestación agrícola y variabilidad climática han puesto en riesgo a muchas especies locales.
En mayo pasado, un incendio afectó precisamente la región donde fue encontrada la Sceloporus mendezdelacruzi. Para los investigadores, este tipo de eventos pone en peligro no solo a especies recién descritas, sino también a otras que aún podrían estar por descubrir. De hecho, el mismo equipo tiene bajo estudio al menos cuatro posibles nuevas especies de reptiles en esa misma zona.
Además del llamativo vientre, esta nueva especie presenta particularidades genéticas y fisiológicas. Se distingue por sus escamas con entre dos y cuatro escamas loreales, así como entre 15 y 19 poros femorales por lado. Este tipo de detalle sólo es perceptible bajo análisis microscópico y resulta clave para diferenciarla de otras especies emparentadas.
El hallazgo deja un mensaje claro: la riqueza biológica de México aún esconde secretos, pero su conservación requiere acciones firmes. Mientras tanto, especies como la Sceloporus mendezdelacruzi sobreviven en ecosistemas frágiles que podrían desaparecer si no se protegen con seriedad.
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