El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunieron este viernes en la base aérea Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, en un esfuerzo por avanzar hacia un alto al fuego en la guerra Rusia-Ucrania. El encuentro, el primero cara a cara entre ambos líderes desde 2018, comenzó con un enérgico apretón de manos sobre una alfombra roja y culminó sin compromisos concretos, aunque Trump lo calificó como “un primer paso productivo”. La ausencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, marcó la cumbre, generando críticas y escepticismo sobre su impacto inmediato.
La reunión, que se extendió por unas seis horas, incluyó un formato ampliado de tres contra tres, con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff acompañando a Trump, mientras que Putin estuvo respaldado por el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y el asesor Yuri Ushakov. La agenda abordó la guerra en Ucrania, posibles intercambios territoriales y cooperación económica, aunque Trump insistió en que “no habrá negocios hasta que la guerra termine”.



Un encuentro de altas expectativas
El escenario en Alaska, descrito como “estratégico y simbólico” por su proximidad a Rusia y su historia como antigua colonia rusa, estuvo cargado de simbolismo. Un sobrevuelo de cazas F-22 y un bombardero B-2 marcó la llegada de Putin, quien aterrizó poco después de Trump. Ambos líderes compartieron el vehículo presidencial, “The Beast”, en un gesto que Russia 24 destacó como una invitación personal de Trump. La conferencia de prensa conjunta, con un telón de fondo que decía “Pursuing Peace”, reflejó el tono optimista pero cauteloso del encuentro.


Trump, quien en campaña prometió resolver el conflicto “en 24 horas”, calificó la cumbre como una oportunidad para “sentir las intenciones” de Putin. Sin embargo, advirtió que si las conversaciones no avanzaban, “caminaría rápido” de regreso a Washington. En el avión rumbo a Alaska, expresó su deseo de un alto al fuego inmediato: “No estaré feliz si no es hoy. Quiero que el asesinato pare”. Putin, por su parte, llegó tras una escala en Magadan, Rusia, donde revisó materiales sobre Ucrania y cooperación bilateral, según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
La guerra en Ucrania como Eje Central

La guerra, iniciada en 2022, sigue siendo un punto de fricción global. Rusia controla aproximadamente el 19% del territorio ucraniano, incluyendo Crimea y partes del Donbás. Trump ha sugerido “intercambios de territorio” como solución, una idea que Zelenski rechaza tajantemente, argumentando que ceder terreno violaría la constitución ucraniana. En X, Zelenski expresó su preocupación por ser excluido, calificando la cumbre como de “alto riesgo” y abogando por un formato trilateral que incluya a Ucrania.
Horas antes del encuentro, Rusia intensificó sus ataques con drones y misiles en Ucrania, dejando siete civiles muertos y 17 heridos, según el Estado Mayor ucraniano. Trump criticó estas acciones, afirmando que “perjudican la posición negociadora de Putin”. Por su parte, Ucrania realizó ataques en las regiones rusas de Kursk y Belgorod, hiriendo a 12 personas, según autoridades rusas. Estas acciones subrayan la fragilidad del contexto en el que se desarrolló la cumbre.

Reacciones y desafíos
La exclusión de Zelenski generó críticas en Europa y Ucrania. El presidente ucraniano se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, antes y después de la cumbre, acordando un encuentro posterior para evaluar resultados. Líderes europeos, según The Guardian, insistieron en cinco principios para cualquier acuerdo: incluir a Ucrania en futuras negociaciones, priorizar un alto al fuego, rechazar el reconocimiento de territorios ocupados, apoyar la defensa ucraniana y adoptar una estrategia transatlántica.
En Estados Unidos, una encuesta de Pew Research reveló que el 59% de los estadounidenses carecen de confianza en la capacidad de Trump para tomar decisiones acertadas sobre el conflicto, con un 33% considerando que favorece demasiado a Rusia. A pesar de esto, Trump destacó la presencia de su equipo económico, incluyendo al secretario del Tesoro, Scott Bessent, y al secretario de Comercio, Howard Lutnick, señalando posibles sanciones “muy severas” si no hay avances.
Un futuro incierto
La cumbre no produjo un acuerdo inmediato, pero Trump anunció una segunda reunión que incluirá a Zelenski y posiblemente líderes europeos. “Esto es solo el comienzo. Sabré en dos minutos si podemos avanzar”, dijo en la conferencia de prensa. Putin, más reservado, calificó las conversaciones como “constructivas” pero evitó compromisos específicos, según Reuters.
En X, las reacciones fueron polarizadas. Algunos usuarios elogiaron a Trump por intentar mediar, con comentarios como “un paso hacia la paz es una victoria para la humanidad”. Otros, sin embargo, acusaron a Putin de usar la cumbre para legitimar su posición, mientras que simpatizantes de Ucrania organizaron protestas en Anchorage y Nueva York.
Hacia una segunda ronda
El encuentro en Alaska, aunque sin resultados concretos, establece un precedente para futuras negociaciones. La presencia del general Alexus Grynkewich, comandante de la OTAN en Europa, como asesor militar de Trump, sugiere un esfuerzo por alinear cualquier acuerdo con los intereses de los aliados. Sin embargo, la desconfianza de Ucrania y Europa, sumada a la falta de avances inmediatos, deja abierta la pregunta de si Trump podrá cumplir su promesa de paz rápida. Como dijo Hillary Clinton en X, “Si Trump logra un alto al fuego sin ceder territorio, yo misma lo nominaré al Nobel de la Paz”. Por ahora, el mundo espera los próximos pasos en este delicado tablero geopolítico.
También te puede interesar: Washington demanda al Gobierno de Trump por ‘toma hostil’ de la Policía




