A horas de las elecciones presidenciales en Bolivia, la alianza Unidad, encabezada por Samuel Doria Medina, denunció un presunto plan del gobierno de Luis Arce para responsabilizarlos de fraude. La agrupación solicitó al Tribunal Supremo Electoral frenar cualquier intento de sabotaje y calificó la intervención oficial como “intromisión inaceptable”.
Por su parte, el Ejecutivo negó categóricamente las acusaciones y afirmó que mantiene un proceso transparente, mientras la fragmentación política y la crisis económica elevan la incertidumbre en el país sudamericano.
A pocas horas de los comicios en Bolivia, la tensión política se ha intensificado ante denuncias de la oposición sobre un presunto plan del gobierno para afectar los resultados electorales.
La alianza Unidad, que impulsa la candidatura presidencial del empresario Samuel Doria Medina, aseguró en un comunicado que “este plan ya ha comenzado a ejecutarse, con videos creados por operadores oficialistas que muestran material electoral que, afirman, estarían manipulando nuestros militantes”.
Doria Medina, de 66 años, encabeza las encuestas junto a Jorge ‘Tuto’ Quiroga, de la alianza Libre. La oposición advirtió que las acciones planeadas incluirían el plantado de material electoral en casas de campaña y rechazó lo que calificó como una “intromisión inaceptable” del gobierno en el proceso electoral. La agrupación solicitó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) actuar para garantizar que ningún intento de sabotaje oficialista se concrete.
El Ejecutivo respondió mediante el Viceministerio de Comunicación, asegurando que las denuncias obedecen a “la guerra sucia entre los partidos de la derecha” y rechazó cualquier vínculo con prácticas de manipulación.
Además, el gobierno enfatizó que el TSE ha demostrado “total transparencia y compromiso” en la ejecución del calendario electoral y que se preservará la democracia, con una transición de poder planificada para el 8 de noviembre, según el ganador.
La crisis política se complejiza con cambios en el alto mando militar y campañas por el voto nulo
El clima de incertidumbre se profundizó tras el sorpresivo relevo en el alto mando militar, efectuado por el presidente Arce tres días antes de las elecciones. Evo Morales, expresidente y líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), advirtió sobre posibles escenarios de “descontrol institucional y abuso de poder”.
Morales sugirió que la medida podría estar relacionada con la preparación de un fraude o con una eventual renuncia presidencial por temor a desórdenes.
Durante la ceremonia de juramentación de los nuevos mandos, Arce subrayó que las Fuerzas Armadas garantizarán paz, gobernabilidad y estabilidad, y exhortó a los ciudadanos a participar para asegurar un traspaso pacífico de poder.
El panorama electoral refleja una fuerte fragmentación: Doria Medina y Quiroga lideran las preferencias, mientras el MAS postuló a Eduardo del Castillo, cuya candidatura no ha logrado repuntar en los sondeos. Andrónico Rodríguez, candidato de la alianza Popular, figura entre el tercer y cuarto lugar.
Evo Morales, impedido por la Constitución de buscar un cuarto mandato, impulsa una campaña por el voto nulo y permanece resguardado en el Trópico de Cochabamba.
La jornada electoral se desarrollará en medio de una crisis económica marcada por escasez de dólares, combustibles y alta inflación, factores que aumentan la presión sobre los votantes y las instituciones del país.
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