Bolivia vivió unas elecciones presidenciales sorpresivas que redefinieron por completo su mapa político. El senador Rodrigo Paz, considerado un político de centro y moderado, dio la gran sorpresa al obtener el 32.8% de los votos en los comicios del domingo, aunque sin alcanzar la mayoría necesaria para ganar en primera vuelta. Con ello, se enfrentará en un balotaje al expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, de perfil derechista, quien se quedó con el 26.4%. Los resultados, que marcan el fin de dos décadas de gobiernos de izquierda, dejaron al oficialismo en un escenario de debacle histórica.
El derrumbe del Movimiento al Socialismo
El gran derrotado de la jornada fue el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido fundado por Evo Morales, que gobernó Bolivia durante casi 20 años. Su candidato, Eduardo del Castillo, apenas alcanzó el 3.2% de los votos, lo que representa uno de los peores resultados de la historia de la agrupación.
La fractura interna del MAS, que enfrentó a Morales con el presidente saliente Luis Arce, debilitó al partido en el proceso electoral. Andrónico Rodríguez, quien rompió con Morales para postularse por la Alianza Popular, logró un 8%, pero quedó lejos de la competencia real.
Oscar Hassenteufel, presidente del Tribunal Supremo Electoral, confirmó que la segunda vuelta está prevista para el 19 de octubre, con lo que se abrirá un nuevo capítulo político en Bolivia.
Reacciones de los protagonistas y panorama político
Tras conocerse los resultados preliminares, Quiroga reconoció la fuerza de su rival y declaró: “Estamos en segunda vuelta y felicito a Rodrigo Paz. Lo que pasó es inédito”.
Paz, de 57 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), pasó a convertirse en el favorito inesperado, tras desplazar al millonario empresario Samuel Doria Medina, quien aparecía en las encuestas como uno de los principales contendientes pero admitió rápidamente su derrota.
Los analistas destacan que el electorado boliviano mostró un giro significativo hacia opciones de centro y derecha, alejándose de las corrientes de izquierda que dominaron la política nacional desde 2006, cuando Evo Morales asumió la presidencia como primer mandatario indígena.
Una elección marcada por tensiones
Aunque la votación se desarrolló en relativa calma, se registraron incidentes como la agresión a Andrónico Rodríguez en la región del Chapare, donde un grupo de personas le lanzó piedras cuando acudía a votar. La tensión también aumentó tras el llamado de Evo Morales a anular el voto, una medida que no tuvo impacto visible en los resultados.
El balotaje del 19 de octubre será decisivo para definir el rumbo político y económico de Bolivia. Mientras Paz apuesta por una postura moderada de consenso, Quiroga representa un giro más fuerte hacia la derecha. Ambos llegan con el reto de captar a un electorado cansado de la polarización y del desgaste del MAS.
También te puede interesar: Marco Rubio advierte a Rusia con nuevas sanciones si no hay acuerdo en Ucrania




