La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, informó este miércoles sobre la detención de 13 personas vinculadas al asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, sus colaboradores cercanos, ocurrido el 20 de mayo en la Calzada de Tlalpan. Sin embargo, el tirador y los autores materiales principales del doble homicidio permanecen prófugos, según detallaron autoridades durante una conferencia de prensa. El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, destacó que la investigación sigue en curso, mientras la fiscal de la Ciudad de México, Bertha María Alcalde, explicó que las capturas se lograron tras meses de vigilancia e investigación, mediante un operativo que incluyó 11 cateos en la CDMX y el Estado de México.
Alcalde reveló que el ataque, ejecutado con alta precisión y experiencia en el manejo de armamento, fue resultado de una planeación anticipada que involucró al menos seis personas en la ejecución material y seguimientos al vehículo de Guzmán. Entre los detenidos figuran Arlette “N”, Jesús “N” y Nery “N”, quienes enfrentaban órdenes de aprehensión por homicidio y asociación delictuosa, junto con otros como Javier “N”, Joshua “N”, Abraham “N”, Francisco “N”, Norma “N”, Eduardo “N”, Fanny “N”, David “N”, Arturo “N” y Sandra “N”. Estos individuos habrían apoyado en tareas logísticas, como la recarga de celulares, el ocultamiento de vehículos y la coordinación del ataque, que utilizó al menos cinco vehículos, incluyendo una motocicleta para la huida, un Nissan Kicks, un auto tipo Urvan, un Renault y un Chevrolet.
La fiscal señaló que existe un “alto grado de probabilidad” de que el atentado estuviera planeado para el 14 de mayo, pero no se concretó porque Guzmán no recogió a Muñoz, como era habitual, cerca del Metro Xola. Este intento fallido refuerza la hipótesis de un monitoreo previo de las rutinas de las víctimas. A pesar de los avances, la captura del tirador y los autores intelectuales sigue pendiente, manteniendo abierta la incertidumbre sobre el móvil, que podría estar relacionado con la función de los funcionarios o un mensaje del crimen organizado, aunque las autoridades mantienen las hipótesis reservadas.
El caso, que conmocionó a la capital tras el ataque a plena luz del día, ha generado críticas sobre la seguridad en la ciudad, especialmente tras la detención de solo “operativos” y no de los ejecutores directos. Brugada y la fiscalía han prometido no permitir impunidad, pero la ausencia del tirador, descrito como un profesional con experiencia, sugiere que el entramado delictivo podría ser más complejo, posiblemente con conexiones externas, lo que complica la resolución definitiva.
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