Durante una visita oficial a Guerrero, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó públicamente un obsequio enviado por el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, marcando distancia con un político que ha sido señalado por su papel en el caso Ayotzinapa. El gesto ocurrió en Xochistlahuaca, donde la mandataria encabezó un encuentro con mujeres artesanas y recibió el acercamiento de una pobladora que le ofreció una bolsa de regalo en nombre de Aguirre.
La respuesta de Sheinbaum, captada en video, fue directa: “uy no mi amor, gracias. Mándele saludos, pero dile que no, no recibo regalos de ellos”. Con esta frase, la presidenta cerró cualquier interpretación ambigua sobre su relación con el exmandatario guerrerense.
El momento en Xochistlahuaca
El incidente sucedió este domingo 24 de agosto cuando Sheinbaum descendió de su vehículo para convivir con las pobladoras. En la grabación se observa a una mujer acercándose con un paquete y diciendo: “de parte del licenciado Ángel Aguirre”.
La reacción inmediata de la presidenta mostró una negativa firme. Al insistir la mujer, Sheinbaum reforzó su postura y pidió transmitir un saludo, aunque reiterando que no acepta obsequios de personajes políticos ligados a polémicas.
La escena, compartida rápidamente en redes sociales, generó comentarios divididos: mientras algunos usuarios aplaudieron la actitud de Sheinbaum como un ejemplo de congruencia, otros interpretaron la respuesta como un acto de confrontación hacia Aguirre. El episodio ocurre en un contexto en el que la presidenta ha enfatizado la necesidad de combatir la corrupción y mantener distancia de grupos políticos cuestionados.
Viejas tensiones entre Sheinbaum y Aguirre
La relación entre Claudia Sheinbaum y Ángel Aguirre no ha sido tersa. El exgobernador de Guerrero, quien fue señalado por presuntamente encubrir la desaparición de videos clave en el caso Ayotzinapa, ha cuestionado en varias ocasiones la trayectoria y las decisiones de la actual presidenta. Durante el periodo en que Sheinbaum fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Aguirre criticó su estrategia de seguridad y la acusó de no haber frenado la violencia.
“La Ciudad de México no es ajena a la violencia, y la gestión de Sheinbaum no ha logrado frenar la creciente inseguridad que se vive en el país”, declaró Aguirre en su momento. Estas críticas se sumaron a acusaciones más amplias contra la entonces candidata presidencial de Morena, a quien calificó como alguien que “sólo promete y no cumple”.
En contraste, Sheinbaum no ha respondido de manera directa a los señalamientos personales de Aguirre, pero sí ha dejado clara su posición respecto al caso Ayotzinapa. “Las investigaciones deben continuar, y los responsables deben ser castigados, independientemente de quiénes sean.
El caso Ayotzinapa es un doloroso recordatorio de que necesitamos un cambio profundo en las instituciones y en el sistema de justicia”, ha reiterado en diferentes momentos.
Lecturas políticas de un rechazo
La negativa a aceptar un regalo puede parecer un gesto menor, pero en la política mexicana envía mensajes contundentes. Para analistas, lo ocurrido en Xochistlahuaca confirma que Sheinbaum busca marcar distancia de figuras señaladas por corrupción o por vínculos con violaciones graves a derechos humanos. El episodio también muestra la intención de la presidenta de reforzar su discurso de transparencia, justo en un escenario donde los símbolos pesan tanto como las acciones.
Con este rechazo público, Sheinbaum evita que Aguirre utilice un obsequio como puente político o como gesto de reconciliación. Además, la mandataria envía un mensaje claro: en su administración, no habrá margen para relaciones ambiguas con actores cuestionados.
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