Un hallazgo sin precedentes sorprendió a la comunidad científica internacional: un tiburón nodriza de color naranja fue avistado en aguas del Caribe costarricense, marcando el primer caso documentado de xantismo en peces cartilaginosos de la región. Este fenómeno genético, que altera la pigmentación natural de la piel, abre nuevas interrogantes sobre la biodiversidad marina y la capacidad de adaptación de estas especies frente a factores ambientales.
Un encuentro inesperado en Costa Rica
El descubrimiento ocurrió cuando los pescadores Garvin Watson y Pablo Solano realizaban una excursión cerca del Parque Nacional Tortuguero, en Limón, Costa Rica. Durante la jornada, capturaron brevemente a un tiburón nodriza de unos 200 centímetros de longitud que exhibía un tono naranja brillante y ojos blancos.
Tras documentar el momento con fotografías, liberaron al ejemplar sin imaginar que su avistamiento se convertiría en un referente científico. La imagen del tiburón recorrió redes sociales y, meses más tarde, despertó el interés de especialistas en biodiversidad marina.
Confirmación científica del fenómeno
En agosto de 2025, un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Río Grande, encabezado por la bióloga marina Marioxis Macías-Cuyare, analizó las imágenes y publicó un artículo en la revista Marine Biodiversity. El estudio confirmó que el tiburón presentaba xantismo total, una condición genética que produce pigmentación amarilla y que hasta ahora no se había registrado en Ginglymostoma cirratum, especie comúnmente conocida como tiburón nodriza, en el mar Caribe.
Según los especialistas, este hallazgo demuestra que el xantismo no compromete la supervivencia de individuos adultos, lo que ofrece pistas relevantes para entender los procesos de adaptación genética en especies marinas.
Impacto en la conservación y el turismo
El xantismo, ya documentado en aves y reptiles, puede tener origen genético o estar relacionado con factores ambientales como estrés o altas temperaturas. Este caso no solo amplía el conocimiento científico sobre la variabilidad genética de los tiburones, sino que también despierta interés turístico y cultural en la región, donde la observación de especies únicas se ha convertido en un atractivo para la economía local.
Los tiburones nodriza suelen habitar aguas tropicales poco profundas, se caracterizan por su comportamiento nocturno y por su capacidad de permanecer inmóviles durante largos periodos para conservar energía. La aparición de un ejemplar con estas características inusuales refuerza la importancia de promover estrategias de conservación que permitan proteger tanto a los tiburones como a los ecosistemas marinos que habitan.
El hallazgo, que comenzó como una experiencia casual de pesca, terminó convirtiéndose en una pieza clave de investigación científica y un recordatorio de que los océanos aún guardan secretos capaces de sorprender y transformar la manera en que comprendemos la vida marina.
También te puede interesar:




