El ejército israelí bombardeó este domingo otro edificio residencial en Ciudad de Gaza, horas después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu anunciara que sus tropas estaban “ampliando” la ofensiva en la principal urbe del enclave palestino. La escalada de ataques contra torres habitacionales, bajo el argumento de que son utilizadas por Hamás, ha desatado nuevas alarmas sobre el deterioro de las ya frágiles condiciones humanitarias de miles de palestinos.
Intensificación de los bombardeos en Ciudad de Gaza
De acuerdo con un comunicado militar, el blanco fue la Torre Al Roya, señalada por Israel como centro de vigilancia de Hamás para ubicar tropas en la zona. El ejército aseguró que se emitieron dos advertencias de evacuación antes del ataque, con el llamado a desplazarse hacia la “zona humanitaria” de Al Mawasi, en Jan Yunis.
La Defensa Civil palestina informó que el bombardeo dejó al menos un muerto. En paralelo, la población local relató que el impacto fue devastador. “Fue como un terremoto. El edificio quedó completamente destruido y reducido a escombros”, dijo Mohamed Al Nazli, habitante de la ciudad.
Este ataque se suma a los dos edificios de viviendas arrasados el viernes y sábado con el mismo argumento militar. Netanyahu subrayó ante su gabinete que la ofensiva se concentra en “Ciudad de Gaza y sus alrededores”, con el objetivo de debilitar la infraestructura de Hamás.
Desplazamientos masivos y tensión humanitaria
Según el propio Netanyahu, unos 100,000 habitantes ya han abandonado Ciudad de Gaza, mientras Naciones Unidas estima que cerca de un millón de personas permanecen en la urbe y sus zonas colindantes. La creciente presión militar ha incrementado los desplazamientos hacia el sur, aunque la población denuncia falta de refugios seguros y escasez de recursos básicos.
El domingo, la Defensa Civil palestina reportó además 40 muertos en distintos puntos de la Franja a causa de operaciones israelíes. Sin embargo, las restricciones a medios en Gaza impiden una verificación independiente de las cifras.
Organismos internacionales han advertido sobre el impacto inmediato de los bombardeos en la población civil, particularmente en el acceso a agua potable, alimentos y servicios médicos. Activistas en la zona señalan que los desplazamientos masivos solo aumentan la vulnerabilidad de las familias palestinas, ya forzadas a vivir entre escombros.
Una ofensiva sin fecha oficial de inicio
Aunque Netanyahu aprobó la operación militar para tomar Ciudad de Gaza desde el mes pasado, Israel no ha anunciado formalmente el inicio de la ofensiva terrestre. Aun así, los bombardeos y acciones en las últimas semanas muestran una escalada sostenida.
Hamás ha negado de forma reiterada el uso de edificios residenciales con fines militares, acusando a Israel de atacar deliberadamente infraestructura civil para desmoralizar a la población.
La comunidad internacional mantiene la atención sobre la crisis. Diversas organizaciones de derechos humanos han pedido un alto al fuego inmediato y corredores humanitarios para la entrega de ayuda, mientras las imágenes de destrucción se multiplican en la Franja.
La situación deja a Gaza en un escenario de creciente incertidumbre, con una ofensiva israelí que, lejos de ceder, parece expandirse cada día más, y con la población civil pagando el precio más alto en medio de la guerra.
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