El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes que un joven de 22 años fue detenido como principal sospechoso del asesinato del comentarista ultraconservador Charlie Kirk, ocurrido el miércoles en la Universidad de Utah Valley. Según el mandatario, fue el propio padre del presunto tirador quien lo entregó a las autoridades, tras una intensa búsqueda que incluyó al FBI, la policía estatal y al gobernador de Utah. El crimen ha sacudido a un país polarizado, donde la violencia política se ha intensificado en los últimos años y donde la figura de Kirk había ganado notoriedad como activista juvenil conservador.
El anuncio de Trump en Fox News
Trump explicó en una entrevista en vivo con “Fox and Friends” que se enteró de la captura apenas minutos antes de salir al aire. “Tenemos a la persona que creemos que buscamos. Todos hicieron un excelente trabajo. Trabajamos con la policía local y el gobernador”, afirmó. Aunque no ofreció mayores detalles, adelantó que el FBI y otras agencias del orden ampliarán la información.
El presidente relató que, al parecer, fueron el propio padre y personas cercanas al sospechoso quienes pidieron que se entregara después de que se difundieran imágenes y videos del atacante. “Fue que un padre se involucró, concretamente su padre, y dijo: ‘Tenemos que ir a la policía’. Lo condujeron hasta la jefatura y él está allí”, detalló.
De acuerdo con la agencia AP, el detenido tiene 22 años. Su identidad no se ha revelado públicamente, en espera de la presentación formal de cargos. El arma con la que se habría cometido el asesinato fue localizada en una zona boscosa cercana al campus universitario, considerada como ruta de escape del atacante.
Una búsqueda intensa y una recompensa millonaria
El FBI desplegó un operativo masivo apenas minutos después del ataque. En un inicio se detuvo a dos sospechosos que luego fueron liberados por falta de pruebas. Posteriormente, la agencia ofreció una recompensa de 100.000 dólares a quien proporcionara información certera que llevara a la captura del responsable.
El hecho se produjo durante un acto académico en Orem, Utah, donde Kirk debatía con estudiantes como parte de su gira “Demuéstrame que estoy equivocado”. Más de 3.000 personas presenciaron el ataque.
Reacciones y homenaje a Charlie Kirk
La noticia del asesinato desató muestras de duelo en todo el país. J. D. Vance, vicepresidente de EE. UU., encabezó el traslado del féretro hacia Arizona acompañado de la familia de Kirk. Su viuda, Erika, viajó en el mismo avión oficial.
El crimen fue condenado por políticos de ambos partidos, algo poco frecuente en la polarizada opinión pública estadounidense. Sin embargo, en redes sociales proliferaron mensajes confrontacionales que reflejan la tensión del momento.
Trump insistió en que no quiso ver el video del asesinato. “No quiero recordar a Charlie de esa manera. Es horrible, por lo que escuché”, declaró. También adelantó que concederá a Kirk la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil del país.
El legado de un polemista
Fundador de Turning Point, Kirk fue clave en la última campaña republicana. Sus intervenciones buscaban acercar a los jóvenes a las ideas conservadoras, con énfasis en el nacionalismo y el cristianismo. Padre de dos hijos, tenía una enorme audiencia en redes sociales y era reconocido como un polemista que transformó el debate político en los campus universitarios.
“Él verdaderamente cambió el clima político en los campus estadounidenses, llevando a los jóvenes a considerar las ideas conservadoras de manera diferente”, declaró Dave Sanchez, asistente al evento donde ocurrió el asesinato.
Violencia política en aumento
El homicidio de Kirk se suma a una serie de episodios que han golpeado la política estadounidense en los últimos años. Trump mismo sobrevivió a dos intentos de asesinato durante la campaña de 2024. En 2025, la congresista demócrata Melissa Hortman y su esposo fueron asesinados, mientras que la casa del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, fue incendiada. En 2022, un hombre armado viajó desde California a la residencia del juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh con la intención de matarlo, aunque terminó entregándose a la policía.
Este panorama refuerza las preocupaciones sobre la seguridad de líderes políticos y la radicalización de ciertos sectores. El caso Kirk, por su simbolismo, promete reavivar el debate sobre los riesgos de la violencia política y el papel de las armas en Estados Unidos.
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