La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el aumento de aranceles a autos no es una medida dirigida exclusivamente contra China, sino que aplica a todos los países con los que México no mantiene un tratado de libre comercio. La aclaración llega luego del rechazo del gobierno chino a la medida, y en medio de la expectativa sobre su impacto en la inversión automotriz y las relaciones bilaterales.
Sheinbaum explica alcance de los aranceles
En su conferencia matutina de este viernes 12 de septiembre, Sheinbaum señaló que la decisión de endurecer los aranceles a vehículos importados no busca confrontación. «No son medidas de coerción (…) Tenemos una muy buena relación con China y queremos seguir teniendo una buena relación con ellos», afirmó.
La mandataria adelantó que la próxima semana habrá reuniones con representantes chinos para discutir el tema. También mencionó que otros países, como Corea del Sur, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía, se encuentran en la misma situación, al no tener acuerdos de libre comercio con México.
Sheinbaum subrayó que la medida se apega a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que evitaría sanciones o conflictos jurídicos internacionales.
Argumentos de México para aplicar aranceles
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que actualmente los autos armados en Asia pagan un arancel de 20%, pero la medida elevará la tasa hasta 50%. Según el funcionario, el objetivo es garantizar condiciones de competencia justa, ya que muchos vehículos ingresan al mercado mexicano por debajo de los llamados precios de referencia.
«Lo vamos a llevar lo más alto que nos permite la OMC, hasta 50 por ciento, porque los precios a los que están llegando a México están debajo de lo que nosotros llamamos precios de referencia», puntualizó.
Ebrard agregó que, con esta medida, las armadoras que ya producen en México podrán fortalecer su posición y atraer nuevas inversiones al país. «Si tengo en México la producción de vehículos ligeros, ya con estas nuevas reglas me queda claro que no me van a vender vehículos por debajo del precio de inventario. Entonces probablemente se invierta más para los años que vienen», comentó.
Reacción de China y el debate global
Desde Beijing, el portavoz de la cancillería china, Lin Jian, rechazó las medidas mexicanas y reiteró que su país «se opone firmemente a cualquier coerción por parte de terceros para imponer restricciones a China bajo diversos pretextos». Agregó que el gobierno chino no respalda políticas proteccionistas ni discriminatorias, como las promovidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Esperamos que México nos acompañe en el camino de la promoción de la recuperación económica mundial y el desarrollo del comercio global», dijo Lin.
El señalamiento deja claro que, para China, este tipo de decisiones pueden escalar tensiones en un contexto donde muchos países están reforzando medidas de protección a sus industrias frente al mercado asiático.
Implicaciones para México
La decisión del gobierno mexicano busca equilibrar el comercio automotriz y defender la producción nacional, pero al mismo tiempo plantea retos diplomáticos. La aclaración de Sheinbaum intenta mostrar que no existe un sesgo contra China, sino una política general hacia países con los que no hay TLC.
De concretarse el aumento de aranceles a 50% a partir de 2026, el impacto directo será sobre los consumidores y distribuidores de autos asiáticos, mientras que se abriría espacio para reforzar inversiones en la manufactura local y consolidar a México como plataforma de exportación.
Sin embargo, analistas advierten que el efecto también dependerá de la respuesta de China y de otros socios comerciales, lo que podría derivar en un reajuste de las relaciones económicas internacionales del país.
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