La mañana del 24 de septiembre de 2025, un socavón masivo de 50 metros de profundidad y 900 metros cuadrados irrumpió en el corazón de Bangkok, colapsando un tramo de la Avenida Samsen frente al Hospital Vajira. El incidente, ocurrido a las 7:13 hora local, no dejó víctimas fatales, pero paralizó el tráfico, dañó infraestructuras y forzó la evacuación de miles de personas en el distrito de Dusit. Causado por el derrumbe de un túnel en construcción para la estación de metro Vajira Hospital —parte de la expansión de la MRT Purple Line—, el evento expuso vulnerabilidades en la capital tailandesa, construida sobre suelo inestable.
El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, inspeccionó el sitio y explicó: “El hundimiento se debió a una filtración masiva de tierra hacia los túneles en construcción de la nueva estación Vajira del MRT”. La rotura de tuberías de agua agravó la situación, inundando el cráter y arrastrando cables eléctricos y postes. Videos virales muestran autos al borde del abismo y un torrente de agua brotando, con tres vehículos dañados, incluido uno policial.
Cráter devorador: Evacuaciones y daños inmediatos
El Hospital Vajira, un centro clave con 3.500 pacientes internados, suspendió servicios ambulatorios por al menos dos días, reprogramando citas y trasladando a los afectados.
“Por razones de seguridad, el hospital ha suspendido temporalmente los servicios ambulatorios”, informó la institución.
La comisaría adyacente quedó comprometida, con sus cimientos expuestos, obligando a evacuar a residentes y personal de edificios cercanos. Autoridades cortaron agua y electricidad, cerrando el tráfico entre las intersecciones de Vajira y Sanghi.
Equipos de emergencia de la Autoridad Metropolitana de Electricidad y técnicos de la MRT trabajaron en contención, estableciendo monitoreos dos veces al día. El primer ministro Anutin Charnvirakul, en conferencia, apuntó: “Tierra de una obra del tren subterráneo se estaba deslizando”. Anunció una comisión de investigación liderada por la Autoridad de Tránsito Rápido Masivo, con revisión en el gabinete y suspensión inmediata de las obras.
Ingenieros locales estiman reparaciones de hasta un año, involucrando estabilización del túnel, refuerzo de drenaje y reconstrucción vial. El área, con hospitales, universidades y oficinas, enfrenta disrupciones logísticas graves en plena temporada de monzones.
Este socavón, el mayor en décadas, reaviva alertas sobre la seguridad de infraestructuras en Bangkok, propensa a hundimientos por su suelo blando y canales. Incidentes previos en expansiones del metro palidecen ante este, que podría costar millones en pérdidas económicas. Mientras autoridades priorizan la contención, la ciudad se recupera con resiliencia, pero la pregunta persiste: ¿cuánto más resistirá el terreno bajo el peso del progreso?
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