El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el envío de tropas a Portland para proteger instalaciones federales, tras recientes disturbios y ataques al ICE. La medida se da luego de designar al movimiento Antifa como organización terrorista nacional, lo que intensifica la tensión entre autoridades federales y locales.
Donald Trump anunció este sábado la expansión de despliegues militares en varias ciudades estadounidenses, incluyendo Portland, Oregon, en respuesta a disturbios recientes y ataques contra instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
A través de su plataforma Truth Social, Trump explicó que la medida responde a una solicitud de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y dio instrucciones al secretario de Guerra, Pete Hegseth, para “proporcionar todas las tropas necesarias” y proteger la ciudad “devastada por la guerra”, autorizando “toda la fuerza, si es necesario”.
El mandatario señaló que las instalaciones del ICE han sido “asediadas” por miembros de Antifa y otros grupos que considera terroristas domésticos, destacando que este despliegue es más contundente que operaciones previas en otras ciudades.
Antifa como organización terrorista: contexto y controversia
El lunes pasado, Trump firmó un decreto que designa a Antifa como organización terrorista nacional, a pesar de la complejidad legal debido a que Antifa no es un grupo estructurado, sino un conjunto de colectivos antifascistas. La medida genera dudas sobre su aplicabilidad y ha intensificado la confrontación entre autoridades federales y locales.
Según Trump, Antifa utiliza “medios ilegales para organizar y ejecutar campañas de violencia y terrorismo a nivel nacional”, y pidió investigar a sus presuntos financiadores. Los disturbios recientes, incluyendo la muerte del activista conservador Charlie Kirk, son citados como justificación para el uso de recursos federales en Portland y otras ciudades.
Conflictos con autoridades locales y legales
Gobernadores y alcaldes de estados como California e Illinois han cuestionado la legalidad de los despliegues, denunciando la presencia de agentes federales no identificables y redadas en comunidades latinas. La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, se negó a cooperar con el ICE, lo que intensificó la tensión y la posibilidad de litigios.
La Ley Posse Comitatus de 1878 prohíbe el uso de fuerzas militares para funciones de seguridad interna, salvo excepciones muy concretas. Hasta ahora, la Guardia Nacional había intervenido como fuerza de apoyo, pero el despliegue actual de Trump marca un cambio en la estrategia federal de seguridad interna.
Expertos en derecho y seguridad advierten que la expansión de tropas federales puede agravar tensiones políticas y legales, además de provocar conflictos con gobiernos estatales. Por su parte, Trump insiste en que su “obligación es proteger el país” ante lo que califica de “anarquía” en Portland y otros centros urbanos.
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