La violencia golpeó de nuevo a Morelos con dos ataques armados ocurridos en Cuernavaca y Cuautla, que dejaron un saldo de cuatro muertos y cuatro personas heridas. Los hechos sucedieron la noche del jueves y evidencian el riesgo permanente que enfrenta la población en estas demarcaciones, consideradas de las más peligrosas del estado. Autoridades locales confirmaron que ambos municipios son gobernados por alcaldes de la coalición PAN-PRI-PRD-RSP y que concentran los mayores índices de homicidios dolosos y extorsión, de acuerdo con estadísticas oficiales.
El primer ataque se registró en Cuernavaca, alrededor de las 19:00 horas, cuando dos hombres que viajaban en un automóvil Jetta negro sin placas fueron interceptados por un comando armado. El atentado ocurrió en la calle Carlos Cuaglia, esquina con Leandro Valle, una zona concurrida. Ambas víctimas murieron en el lugar antes de que llegaran los cuerpos de emergencia.
Entre los fallecidos fue identificado Alejandro “N”, alias El Ave, presuntamente vinculado con el grupo criminal La Familia Michoacana. La Fiscalía General del Estado desplegó a peritos y elementos de investigación, quienes acordonaron el área para iniciar las diligencias.
La violencia se traslada a Cuautla
A las 21:00 horas, casi dos horas después del ataque en la capital del estado, se reportó un segundo hecho violento en la colonia 5 de Febrero de Cuautla. Sujetos armados dispararon contra un grupo de personas reunidas en la calle José María Morelos, esquina con Ignacio Zaragoza. Seis personas resultaron heridas en el lugar, y dos de ellas murieron mientras recibían atención médica en un hospital de la zona.
La Fiscalía de la región Oriente abrió una carpeta de investigación para esclarecer el ataque, sin que hasta el momento se hayan reportado detenciones. Testigos indicaron que los agresores viajaban en una camioneta y se dieron a la fuga después de abrir fuego contra los asistentes a la reunión.
Cuautla ha sido señalada como uno de los principales focos rojos de Morelos debido al incremento de hechos violentos en los últimos meses. Además de asesinatos, se han registrado secuestros, extorsiones, desapariciones y feminicidios, lo que ha puesto en alerta a la población y a las autoridades estatales.
Morelos, bajo asedio criminal
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Cuernavaca y Cuautla concentran la mayor cantidad de homicidios dolosos y extorsiones en el estado. Autoridades federales han confirmado que en la zona operan células de diferentes grupos criminales que disputan el control del territorio y de las actividades ilícitas.
Habitantes de ambos municipios han denunciado en diversas ocasiones que la violencia se ha normalizado en sus comunidades, al grado de que ataques armados, extorsiones a comercios y levantones ocurren con frecuencia sin que las autoridades puedan contenerlos. La situación ha derivado en un clima de miedo que afecta la vida cotidiana y la economía local.
Especialistas en seguridad advierten que la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno y la debilidad institucional han permitido la expansión de organizaciones delictivas. En este contexto, los ataques del jueves representan un nuevo recordatorio de la crisis que atraviesa Morelos en materia de seguridad.
Por ahora, la Fiscalía del estado mantiene abiertas las investigaciones de ambos hechos, mientras que elementos del Ejército y la Guardia Nacional realizan patrullajes en las zonas afectadas. No obstante, la presencia de fuerzas federales no ha sido suficiente para disuadir a los grupos armados.
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